Billie Eilish, servilletas de tela y la pregunta incómoda al consumismo: ¿qué estamos tirando cada día?

Billie Eilish evita los descartables: no usa servilletas de papel y hasta reutiliza los envoltorios navideños para reducir residuos. (EcoNews Creative Lab)

Billie Eilish tiene 23 años, arrasa en los premios, llena estadios y mueve millones. Pero hay algo que la distingue todavía más que su música: su obsesión por reducir desperdicios. En una entrevista reciente, confesó algo que sorprendió a muchos y dejó pensando a otros: no usa servilletas de papel. Y no es un gesto aislado. Reutiliza envoltorios de regalos, evita plásticos y rehúsa descartar lo que puede tener una segunda vida.

Puede parecer un detalle menor, casi anecdótico. Pero no lo es. Detrás de esa elección se esconde un debate global: ¿por qué seguimos usando servilletas de papel sabiendo que se tiran después de 10 segundos? ¿Qué impacto tiene ese gesto diminuto, repetido millones de veces por día, en el planeta?

Un hábito pequeño, un impacto enorme

Las servilletas de papel son un símbolo perfecto de la cultura del descarte: prácticas, rápidas, supuestamente inocentes. Pero su costo real es otro:

Lo más irónico es que usamos más servilletas fuera de casa que dentro. El restaurante promedio —incluso los que se definen como “sustentables”— puede desechar miles por semana sin que nadie se inmute.

Billie, con un simple gesto, lo hace visible: quizá no necesitamos tanto.

La alternativa: algo tan viejo como efectivo

Frente a eso, las servilletas de tela parecen un regreso a lo clásico. Y lo son. Pero también son una respuesta moderna a un problema moderno.

Su producción inicial consume más recursos que el papel, sí. Pero el diferencial aparece después: duran años, se lavan, se reutilizan y evitan cientos o miles de descartables. Con prácticas responsables —lavado en frío, detergentes biodegradables, secado al aire—, su huella se reduce drásticamente.

Por eso cada vez más restaurantes, cafés y emprendimientos gastronómicos están migrando a la tela. Algunos para reducir residuos. Otros para reforzar su identidad estética. Y muchos porque sus clientes ya empezaron a pedirlo.

Lo interesante del ejemplo de Billie Eilish no es si usa o no usa servilletas de papel. Lo interesante es lo que provoca: un espejo sobre nuestros hábitos.

Si una artista que vive viajando por el mundo, grabando, produciendo y girando decide tomarse el trabajo de reutilizar envoltorios navideños y evitar descartables, ¿qué tan difícil sería para nosotros elegir una servilleta de tela en casa? ¿O pedir “solo una” cuando vamos a comer afuera? ¿O cuestionar por qué un restaurante sostenible nos sirve una comida impecable… sobre una servilleta descartable?

A veces los cambios grandes empiezan en el gesto más tonto.

Volver a preguntar lo básico

Cada hábito cotidiano abre una caja de resonancia enorme. Todas las notas anteriores sobre servilletas de papel muestran lo mismo: detrás de un objeto pequeño hay una estructura gigante de consumo que ya está haciendo ruido.

Billie trae la conversación al mainstream, pero la pregunta es nuestra:

¿Preferimos la comodidad de tirar o la coherencia de reusar?

Tal vez sea hora de revisar algo tan simple como una servilleta. Y aceptar que la sostenibilidad también se juega ahí: en el gesto, en la mesa, en lo cotidiano.

¡Sumate a EcoNews Weekly!

Tu dosis semanal de información socioambiental. Todos los jueves, la newsletter de EcoNews en tu bandeja de entrada.

Exit mobile version