El cambio climático tiene consecuencias inesperadas. Además del impacto ambiental, económico y social, nuevas investigaciones determinaron una nueva conexión. Las altas temperaturas y las olas de calor aumentan los casos de violencia género, ya sea física, psicológica o sexual, según indicaron estudios en el sur de Asia.
Un nuevo estudio publicado en JAMA Psychiatry investigó la relación entre el aumento de la temperatura, producto del cambio climático, y el aumento de la violencia doméstica según informó The Guardian.
El estudio se centró en casi 200 000 niñas y mujeres de entre 15 y 49 años en India, Pakistán y Nepal. Las denuncias por violencia física, sexual y psicológica fueron comparadas con datos meteorológicos. En el caso de India, por ejemplo, cuando las temperaturas registraron 1 °C más que la media, se reportó un aumento del 8% de las denuncias de violencia física, y un 7,3% de violencia sexual.
Michelle Bell, una de las autoras del estudio, dijo a The Guardian que “hay muchas causas potenciales, tanto psicológicas como sociológicas, por las que el aumento de la temperatura podría influir en las situaciones de violencia”. El calor extremo puede afectar las cosechas y la economía familiar, encerrar a las personas en el interior de la casa e impedir a muchos trabajar. Esto hace que las condiciones sean más propicias para que se den situaciones de violencia familiar.
“[Las altas temperaturas] provocan un tremendo estrés económico en las familias”, agregó Suniti Gargi, activista india. Si un hombre puede migrar a otro estado para conseguir trabajo, ayuda a mantener el hogar. Pero cuando no puede por cualquier motivo, su esposa recibe la ira y los sentimientos de inutilidad”.
“Cuando aumenta su frustración y los niños se quejan y pelean, él se desquita conmigo. También los golpea a ellos. Se arrepiente de pegarles a los niños más tarde. Pero al día siguiente, cuando no puede salir a ganar dinero, lo vuelve a hacer”, comentó una mujer que contó su experiencia a través de Gargi. Cuando llega el calor de mayo y junio, su esposo no puede ir a trabajar al campo.
“Cada vez hay más pruebas de que el calor extremo puede afectar el estrés, disminuir las inhibiciones, aumentar la agresión y exacerbar las enfermedades mentales”, agregó Bell.
Según una recopilación de The Guardian, distintos países del mundo llevaron a cabo estudios similares con resultados significativos. En Madrid, el riesgo de femicidios aumenta un 40% durante las olas de calor. En Kenia, las mujeres presentaron un 60% más de denuncias de violencia durante eventos climáticos severos.
Los estudios que recopilan datos globales también demostraron que los riesgos de violencia interpersonal aumentaron un 2,4% y de conflictos grupales, un 13,2% cuando las temperaturas eran altas.
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