El comercio ilegal de fauna silvestre es uno de los más lucrativos del mundo. Para intentar solucionar este flagelo, Canadá tomó medidas históricas para proteger a los animales en peligro de extinción. El país norteamericano prohibió recientemente el comercio de marfil de elefantes y cuernos de rinocerontes, así como las importaciones de trofeos de caza que contengan estas partes.
Además del gran apoyo popular de la medida, la Humane Society International en Canadá lideró durante siete años una campaña nacional para detener el comercio canadiense ilegal de marfil de elefante y cuerno de rinoceronte. Así, consiguieron el apoyo no solo de instituciones especializadas, sino también de políticos. Inclusive el músico Bryan Adams mostró reiteradamente su apoyo.
En una conferencia de prensa conjunta con el ministro canadiende de Ambiente y Cambio Climático, Steven Guilbeault, anunciaron estas medidas que se encuentran entre las más fuertes de su tipo en el mundo. “Cuenta con un apoyo abrumador de los principales conservacionistas, grupos de protección animal y naciones africanas, así como del público en general: una petición pública que pedía una prohibición canadiense del comercio de marfil de elefante recogió más de 700.000 firmas”, escribió Kitty Block, quien preside y es CEO tanto de la Humane Society de los Estados Unidos como de esta organización a nivel internacional.
“La medida de Canadá no sólo es oportuna; es una poderosa declaración de esperanza, determinación e inversión en la idea de que vale la pena luchar por estos animales, ahora y siempre. Y vamos a presionar a otras naciones para que sigan su ejemplo”, afirmó Block en el sitio web de “Sociedad Humana”.
Durante el último siglo, la población de elefantes africanos cayó un 96% y tres especies de rinocerontes fueron clasificadas como “en peligro crítico”. Los especialistas advierten que, tanto los elefantes africanos como muchas especies de rinocerontes podrían extinguirse en las próximas décadas si no se interviene globalmente para frenar la caza furtiva e indiscriminada, es decir, cerrar el mercado global que hace que la venta de marfil o de cuernos sea rentable.
Los datos son estremecedores: hasta 25 000 elefantes son asesinados por su marfil cada año. Y eso no es todo. Se documentó que sus familiares los lloran y toda la manada se ve afectada por esos sucesos.
Las nuevas regulaciones canadienses entrarán en vigor el 8 de enero de 2024. “Su derecho a vivir en paz y seguridad no debería sacrificarse por unas cuantas baratijas en un joyero, una tontería afrodisíaca o un alargador de vida, o una exhibición de trofeos de mal gusto en la guarida de alguien”, concluyó Kitty Block.
*Con información de Human Society.
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