Crisis del plástico: comienza en Ginebra la negociación final por un tratado vinculante

Ginebra alberga la segunda parte (INC-5.2) de la quinta y posiblemente definitiva sesión en procura de un acuerdo que debe ser, a pedido de la Asamblea General de la Naciones Unidas, jurídicamente vinculante. (Foto: Nick Fewings/Unsplash)

GINEBRA – Una reunión cumbre que negocia un tratado mundial sobre plásticos, para tratar de frenar la contaminación que originan, comienza este martes 5 bajo la advertencia de que sin un acuerdo el problema se triplicará a mediados de siglo con impacto en la salud humana, la vida marina y la economía.

Los plásticos “representan un peligro grave, creciente y poco reconocido para la salud humana y planetaria“, recordó Jyoti Mathur-Filipp, secretaria ejecutiva del Comité Intergubernamental de Negociación (INC en inglés) sobre la Contaminación Plástica en medio de los trabajos preparatorios que deben completarse el día 14.

“Son responsables de pérdidas económicas que superan 1.5 billones (millones de millones) de dólares anuales. Los cálculos indican que solo en 2024 la humanidad consumió más de 500 millones de toneladas de plástico. De esta cantidad, 399 millones de toneladas se convertirán en residuos”, ahondó.

El INC inició sus trabajos durante el segundo semestre de 2022, con la ambición de concluir las negociaciones para finales de 2024. Efectuó reuniones en Uruguay, Francia, Kenia, Canadá y una quinta en Busan, Corea del Sur, que el pasado diciembre no pudo reunir el consenso para la adopción del tratado.

Esta ciudad suiza alberga ahora la segunda parte (INC-5.2) de la quinta y posiblemente definitiva sesión en procura de un acuerdo que debe ser, a pedido de la Asamblea General de la Naciones Unidas, jurídicamente vinculante.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) advirtió de que a menos que se firme un acuerdo internacional, los residuos plásticos se triplicarán para 2060, causando daños significativos al planeta y a la salud.

“No reciclaremos para resolver la crisis de la contaminación por plásticos: necesitamos una transformación sistémica para lograr la transición a una economía circular”, afirmó la directora ejecutiva del Pnuma, Inger Andersen.

La magnitud del problema es enorme: pajillas (sorbetes, popotes, pitillos), envases, bolsas plásticas, vasos y cubiertos, agitadores, y cosméticos con microesferas son solo algunos de los productos de un solo uso que terminan en vertederos y océanos.

Quienes apoyan un tratado, lo comparan en importancia con el Acuerdo de París de 2015 para frenar la emisión de gases de efecto invernadero que calientan el planeta.

Organizaciones ambientalistas han denunciado que existe presión, contra la adopción de un instrumento jurídicamente vinculante, por petroestados y corporaciones petroleras, cuyo crudo y gas natural son materiales básicos para los plásticos.

El objetivo del acuerdo es que abarque el ciclo de vida completo de los plásticos, desde el diseño hasta la producción y la eliminación, “para promover la circularidad de los plásticos y prevenir su fuga al medio ambiente”, dice el texto que guía las conversaciones del INC.

Con 22 páginas, el documento contiene 32 borradores de artículos que se debatirán línea por línea. El texto está diseñado para dar forma al futuro instrumento y servirá como punto de partida para las negociaciones.

Se prevé que durante 10 días delegaciones de 179 países analizarán minuciosamente el texto del INC, junto con más de 1900 participantes de 618 organizaciones observadoras, científicos, ambientalistas y representantes de la industria, bajo la presidencia del Comité en manos del ecuatoriano Luis Vayas Valdivieso.

Un objetivo clave de la reunión es compartir métodos probados para reducir el uso de plástico, como sustitutos sin plástico y otras alternativas más seguras.

En vísperas de las conversaciones en Ginebra, la revista médica The Lancet publicó una advertencia: los materiales utilizados en los plásticos causan enfermedades generalizadas “en todas las etapas del ciclo de vida del plástico y en todas las etapas de la vida humana”.

Según más de una veintena de expertos en salud citados en la revista, los bebés y los niños pequeños son particularmente vulnerables.

Las últimas previsiones indican que las fugas de plástico al medio ambiente aumentarán 50% para 2040. “El costo de los daños causados por la contaminación plástica podría ascender a un total acumulado de 281 billones de dólares entre 2016 y 2040”, sostuvo Mathur-Filipp.

Desde 1950 se han producido aproximadamente 9200 millones de toneladas de plástico, lo que ha generado 6900 millones de toneladas de residuos. Más de tres cuartas partes de esos residuos plásticos se desecharon y acabaron en vertederos.

A-E/HM


*Fuente: IPS

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