El calentamiento global hace que las temperaturas de las ciudades sean cada vez más extremas: en el último verano se registraron 10 olas de calor en el territorio argentino. En un hecho histórico, el tradicional Jardín Botánico Carlos Thays ubicado en el barrio de Palermo fue declarado como el primer “refugio climático” contra las altas temperaturas de la ciudad.
El calentamiento global no solo afecta el bienestar del ambiente y los ecosistemas, sino también la salud de las personas. Como te contamos en EcoNews, el impacto negativo sobre las vidas aumenta año a año y los datos son estremecedores: en Latinoamérica las muertes relacionadas al calor aumentaron un 160% entre 2017 y 2021.
Por registrar 4,8 °C menos en su interior, el Jardín Botánico fue designado como un “refugio climático” frente a las altas temperaturas de la Ciudad de Buenos Aires en verano. La Agencia de Protección Ambiental a cargo de la Secretaría de Ambiente fue la encargada del reconocimiento al espacio verde.
El Jardín Botánico cuenta con 7 hectáreas de espacio verde en donde hay más de 6 mil especies de árboles y plantas autóctonas. Es por esto que ofrece condiciones ambientales frescas que generan un lugar agradable durante las temperaturas extremas que, sin duda, se irán agravando a medida que avance el cambio climático. Además, el parque tiene una Estación Meteorológica propia que lleva registros diarios de temperatura, humedad y precipitaciones.
“Es importante contar con lugares que posibiliten mitigar el impacto del clima. El Jardín, por su biodiversidad, ofrece las condiciones necesarias para que los ciudadanos puedan tener un alivio ante las altas temperaturas”, explicó Inés Gorbea, secretaria de Ambiente de la ciudad.
Los refugios climáticos son espacios frescos y cómodos para que la población vaya en ocasión de días de temperaturas extremas. No solo pueden ser espacios verdes como el Jardín Botánico, sino también bibliotecas, escuelas o centros comunitarios abiertos al público.
En los últimos 60 años, la Ciudad de Buenos Aires registró un acelerado aumento de eventos climáticos extremos, como las olas de calor. Durante el verano pasado, entre noviembre de 2022 y marzo de 2023 se vivieron 10 olas de calor en el territorio argentino. Fue el verano más caluroso desde que se tienen registros.
“Las olas de calor sufridas este verano nos hacen valorar aún más el efecto de la naturaleza en la Ciudad. La proporción de sombra natural que nos ofrece el Jardín Botánico y el impacto en la temperatura es importante que sea difundido y reconocido como refugio para la ciudadanía frente al calor extremo” señaló el subsecretario de Políticas de Infraestructura Verde Urbana y Desarrollo Sostenible, Ariel Álvarez Palma.
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