En la búsqueda de hábitos más sostenibles, surge una pregunta en la mesa de todos los hogares: ¿es mejor usar servilletas de papel o de tela? Este simple gesto puede ser transformador.
Una encuesta reciente de EcoNews muestra que la elección es dispar y en Argentina conviven ambas alternativas. Por un lado, algunas personas priorizan la practicidad del papel porque “se usa y se tira”; por otro, hay quienes eligen la tela bajo la premisa de que “se lava y se vuelve a usar”.
Pero, ¿cuál es el costo ambiental de esta elección?
El ciclo de la servilleta de papel: de la madera al metano
Las servilletas de papel se fabrican a partir de pulpa de celulosa. Este proceso requiere un consumo elevado de madera, agua y energía.
Al ser productos de un solo uso, su ciclo de vida es extremadamente corto: se descartan apenas unos segundos después de haber cumplido su función.
El problema no termina en el cesto de basura. Cuando estas servilletas terminan en basurales o rellenos sanitarios, su descomposición en ausencia de oxígeno puede generar metano, un gas de efecto invernadero cuyo poder de calentamiento es mayor que el dióxido de carbono (CO₂).
La alternativa de tela: la clave está en la vida útil
Ante esto, las servilletas de tela resurgen como una alternativa sostenible. Si bien su fabricación no es inocua, ya que su producción también demanda fibras, agua, energía y procesos industriales que generan un impacto inicial, su durabilidad las convierte en la alternativa definitiva.
Mientras que el papel se agota en un solo uso, la tela puede reutilizarse infinitas veces a lo largo de meses o incluso años. Es esta capacidad de reutilización la que marca la diferencia a largo plazo: al sostener su uso en el tiempo, se logra reducir la generación de residuos y la demanda constante de nuevos productos descartables.
En definitiva, aunque ambas opciones requieren recursos para su creación, la balanza ambiental se inclina hacia la tela gracias a su vida útil. Elegir lo reutilizable frente a lo descartable permite mitigar el impacto negativo de los desechos y fomentar un consumo más responsable con el planeta.
