Guardianes de la galaxia vol. 3, la tercera entrega de la saga de Marvel, se estrenó en cines y ya se ganó los aplausos de todo el público. Entre los reconocimientos, destacó especialmente el de una organización no gubernamental: PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), una de las mayores agrupaciones por los derechos de los animales.
En un comunicado oficial de PETA, reconocieron que el trabajo de la producción de Marvel es único: es de las pocas películas en la historia que cuenta una “historia hermosa y compasiva sobre el testeo en animales”. Y todo esto presentado frente a una gran audiencia, como la que suele convocar Guardianes de la galaxia.
Los espectadores ven la historia de un grupo de animales animados que exponen los males de la experimentación y las pruebas en laboratorios. PETA destaca la empatía que genera el film por todos los seres vivos y sensibles. Rocket —con la voz de Bradley Cooper—, Lylla, Floor y Teefs se ganaron el corazón del público.
Por el compromiso con los derechos de los animales y por recordar que los seres vivos torturados en los laboratorios sienten al igual que todos nosotros, PETA reconoció a Guardianes de la galaxia y a su director, James Gunn, con el premio Not a number. Esta distinción celebra que se recuerde que los animales son mucho más que los números tatuados en su piel durante los experimentos.
La cruda realidad expuesta en Guardianes de la galaxia
Los horrores que padecen los animales víctimas de pruebas de laboratorio son presentados sin escrúpulos en Guardianes de la galaxia. En lugar de nombres, por ejemplo, los animales reciben un número de identificación que está tatuado. Lylla, una nutria, tiene el número de identificación tatuado en su pecho. Rocket, un mapache, lo tiene dentro de sus orejas.
Cuando Rocket, el mapache, era bebé, fue atado a un dispositivo de sujeción para que los científicos malvados experimenten en él. Estos dispositivos mostrados, asegura PETA, son similares a los utilizados en la vida real para atar a los primates que son víctima de estos maltratos.
Viewers see the story of a group of animated animals who expose the evils of laboratory experimentation and testing. PETA highlights the empathy the film inspires for all living and sentient beings. Rocket—voiced by Bradley Cooper —Lylla, Floor, and Teefs won the hearts of audiences.