Los incendios forestales son desastres naturales tienen consecuencias devastadoras para la salud humana, la economía y sobre todo para los ecosistemas y sus animales.
Tiene un impacto profundo en la biodiversidad, ya que muchas especies animales no logran escapar de del fuego que se propaga rápidamente, lo que resulta en una pérdida de ejemplares de vida silvestre.
(Leé también: Histórico: Europa indemnizará a las víctimas de la contaminación del aire)
Los incendios en América Latina y el Caribe
Según los datos de satélite analizados por el Programa de Quemas del Instituto Nacional de Investigaciones (INPE) de Brasil, se han registrado 346 mil 112 focos de incendios entre enero y septiembre en Sudamérica.
Las principales causas de los incendios forestales son actividades humanas irresponsables, como la quema de tierras para la agricultura o la tala ilegal, que se agravan con las condiciones climáticas adversas como sequías prolongadas y altas temperaturas.
Los animales en los incendios
Los efectos de los incendios se producen tanto de forma directa como indirecta sobre los animales. Es difícil cuantificar cuántos animales salvajes murieron en los últimos incendios, pero los especialistas aseguran que se trata de millones de ejemplares, desde mamíferos, aves, reptiles, anfibios o insectos.
Más allá de la mortandad directa de los animales que logran huir de las llamas, las cenizas contaminan luego los cursos de agua y producen la muerte de peces e invertebrados.
Por otro lado, la pérdida de hábitat hace que los animales se vean obligados a desplazarse a otras zonas, con los riesgos que eso conlleva.
El humo y las partículas finas generadas por los incendios forestales degradan la calidad del aire, representando riesgos para la salud humana y todas las formas de vida.
Las áreas afectadas podrían tardar hasta 100 años en recuperarse según los expertos, y en algunos sitios las pérdidas ya son irreversibles.