Río de Janeiro está atravesando una de las olas de calor más intensas de su historia reciente, justo en la antesala del Carnaval, el evento más esperado del año. La alcaldía ha activado el nivel cuatro de alerta en una escala de cinco, debido a que las temperaturas han superado los 40 grados centígrados y se prevé que esta situación se mantenga por al menos tres días consecutivos.
El Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet) advirtió que el termómetro podría marcar esta semana un nuevo récord para el mes de febrero, superando los 41,8 °C registrados en 2023. Sin embargo, el principal riesgo radica en la sensación térmica, que podría alcanzar hasta 62 °C en algunos puntos de la ciudad debido a la combinación de temperatura y humedad extrema.
La situación se agrava por la geografía de la ciudad y la densa urbanización. El fenómeno conocido como “isla de calor urbana” hace que el asfalto, el hormigón y la falta de vegetación retengan el calor, mientras que la circulación del aire se ve limitada por las montañas que rodean Río de Janeiro. Además, el calentamiento del océano Atlántico ha reducido la influencia de las brisas marinas, privando a los habitantes de un alivio natural ante las altas temperaturas.
Recomendaciones y medidas por la ola de calor
Las autoridades han emitido recomendaciones para la población, instando a evitar la exposición prolongada al sol, mantenerse hidratados y reducir la actividad física en las horas de mayor calor. Especialmente vulnerables son los niños, los ancianos y las personas con enfermedades preexistentes, quienes corren un mayor riesgo de sufrir golpes de calor y deshidratación.
El calor extremo también está afectando la infraestructura de la ciudad. En el estado de Río Grande do Sul, las autoridades decidieron suspender las clases en más de 2.300 escuelas estatales debido a la falta de ventilación y agua suficiente para los estudiantes y el personal docente. Los docentes respaldaron la medida, argumentando que las aulas no están preparadas para soportar temperaturas tan extremas.
Wallace Menezes, profesor de meteorología de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), explicó que este fenómeno responde a una combinación de factores. Además de la isla de calor urbana, se registra un anticiclón, un sistema de alta presión que comprime y calienta el aire, impidiendo la formación de nubes y aumentando la temperatura. A esto se suma la falta de precipitaciones, que ha sido una constante en el verano de 2025.
A pesar del intenso calor, los festejos del Carnaval continúan en pie, aunque las autoridades han reforzado la presencia de equipos médicos en los desfiles y eventos masivos para atender posibles emergencias por golpes de calor. Se han instalado puntos de hidratación en diferentes zonas de la ciudad y se están distribuyendo informativos para concienciar sobre los riesgos del calor extremo.
Los expertos advierten que este tipo de eventos climáticos podrían volverse más frecuentes debido al cambio climático. Brasil ya ha experimentado un aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor en los últimos años, y la tendencia indica que el país deberá adaptarse a temperaturas cada vez más extremas.
Por ahora, Río de Janeiro se prepara para enfrentar días sofocantes mientras la ciudad se llena de turistas y locales listos para disfrutar del Carnaval. La combinación de fiesta y temperaturas récord hará de esta edición una de las más extremas de la historia reciente.
Fuentes:
- Infobae: Ola de calor extremo en Brasil: advierten que la sensación térmica podría superar los 60° y marcar un nuevo récord
- ADNSUR: Alerta por una ola de calor extremo en Brasil: la sensación térmica podría superar los 60°C en los próximos días
- Página 12: Ola de calor extremo en Río de Janeiro: temperaturas cercanas a los 40 grados y una sensación térmica insoportable