La energía es la base en el problema del cambio climático, pero también es fundamental para su solución. La ciencia lo dice claramente: se necesita dejar de depender de los combustibles fósiles e invertir en fuentes de energía renovables: como la energía eólica y solar, para evitar los impactos más negativos del calentamiento global. Es necesario reducir las emisiones a casi la mitad en 2030 y alcanzar el cero neto en el año 2050.
Los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas, son los mayores causantes del cambio climático global, ya que son responsables de más del 75% del total de emisiones de gases globales de efecto invernadero (GEI) y cerca del 90% de todas las emisiones en dióxido de carbono.
Cada 15 de junio se celebra el Día Mundial del Viento, para recordar la importancia del viento para el planeta. Esta efeméride fue impulsada por primera vez en 2007 por la Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA).
Avances de la energía eólica en el mundo
Los aerogeneradores —molinos de viento— son los responsables de producir la energía eólica. Estos grandes molinos con turbinas que se accionan con el viento y mueven los generadores eléctricos.
Estados Unidos encabeza la lista de mayores productores de energía eólica. Le siguen Alemania, China, India, España y Brasil. Más de 80 países del mundo aprovechan este preciado recurso renovable.
Según el último análisis de la Agencia Internacional de Energía (IEA), las adiciones de capacidad de energía renovable (aprobaciones, certificados y otros registros formales) aumentaron casi un 13%, alrededor de 340 GW en 2022. Sin embargo, la energía solar fotovoltaica fue la única que rompió un récord de despliegue el año pasado. “Las adiciones anuales de capacidad eólica cayeron un 21 % de 2021 a 2022, disminuyendo por segundo año consecutivo”, enfatizaron.
Sin embargo, también hicieron hincapié en que la fabricación de tecnología de energía limpia se está expandiendo rápidamente, aunque en el caso de la energía eólica haya sido de solo un 2%. “A pesar de que no todas las tecnologías limpias están prosperando y algunas cadenas de suministro, especialmente la eólica, están bajo presión, hay ejemplos notables que ilustran que el ritmo del cambio está acelerando”, dijeron.
Las mayores dificultades para un avance mayor se dieron fundamentalmente por la crisis energética global, producto de la invasión de Rusia a Ucrania, y el conflicto en Oriente Medio de Israel con Palestina. “El ambiente macroeconómico es pesimista, con una inflación persistente, mayores costos de endeudamiento y elevados niveles de deuda”, resumieron desde la IEA, pero destacaron que “la aparición de una nueva economía de energía limpia, liderada por la energía solar fotovoltaica y los vehículos eléctricos, ofrece esperanza para el futuro”.
¿Por qué se celebra el Día Mundial del Viento?
El Día Mundial del Viento se celebra con el fin de dar a conocer el poder de la energía eólica. La energía eólica se genera gracias a la fuerza y la velocidad del viento. Además, es un recurso renovable, limpio y sostenible.
La transición energética es una oportunidad única para reducir las emisiones de carbono y limitar el ascenso de la temperatura, producto del cambio climático, a 1.5 °C por encima del nivel preindustrial para el 2030. En este contexto, la energía eólica es un recurso valiosísimo para todas las naciones.
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Según los datos recopilados por Naciones Unidas (ONU), las energías renovables son más económicas que las contaminantes: “Las energías renovables suponen, en realidad, la opción más asequible en la mayor parte del mundo. Los precios en tecnología para las energías renovables disminuyen con rapidez. El coste de la electricidad proveniente de la energía solar cayó alrededor del 85% entre los años 2010 y 2020. Los costes relacionados con la energía eólica con ubicaciones en tierra y en alta mar bajaron cerca de un 56% y un 48%, respectivamente”.