Tanto los zoológicos, como los acuarios están cada vez más en la mira de la sociedad por una clara razón: la crueldad animal. Gracias al activismo animalista y a denuncias por maltrato que demuestran el estado deplorable de salud, Miami Seaquarium, uno de los acuarios más importantes de esa ciudad de Estados Unidos, tendrá que cerrar antes del 21 de abril de este año.
Al menos, 120 ballenas y delfines murieron en el acuario más importante de Miami, que es también el parque acuático más grande de Florida.
La decisión de la Justicia se dio tras recibir varias denuncias por crueldad animal y muertes de animales, entre ellas la de la famosa orca Lolita.
Acuarios en la mira: el estado de salud de los animales marinos
Según las denuncias, los animales están en condiciones deplorables: muchos están lastimados y hacinados. Entre los casos más escalofriantes, se encontró a un delfín con un clavo de 5 centímetros en la garganta y un lobo marino con dolor en los ojos por no practicarle una cirugía necesaria.
Incluso, el laboratorio veterinario dentro del parque carece de herramientas básicas de diagnóstico como ultrasonido, radiografía o anestesia en funcionamiento.
Por eso, el condado de Miami le ordenó a Dolphin Company, propietaria del Miami Seaquarium, que desaloje el terreno antes del 21 de abril.
Los motivos son las “numerosas y significativas violaciones” del contrato de alquiler. “No solo un incumplimiento, sino un completo desprecio por la seguridad de los animales alojados en las instalaciones”, aseguraron.
Actualmente, están “consultando a veterinarios y expertos” para determinar qué harán con los animales una vez que cierre el parque. Muchos ya no pueden volver a su hábitat natural porque no sobrevivirían y hay que buscar santuarios que cumplan con todos los requisitos para albergarlos y que tengan la mejor calidad de vida posible.