La crisis por la escasez de agua no afecta a todos las personas de la misma manera. Mientras algunos llenan enormes piscinas para el ocio y diversión de la familia, otros viven sin acceso a agua segura, saneamiento y a una higiene adecuada. ¿Cómo se muestra esta desigualdad en Argentina?
Un estudio publicado en Nature Sustainability investigó la desigualdad social en relación al consumo de agua de más de 80 ciudades del mundo. Los sectores más pudientes tienen un consumo excesivo para regar grandes jardines o llenar piscinas. Las poblaciones más vulnerables, en cambio, sufren en mayor medida la escasez crítica del agua y las sequías.
Los científicos partieron de la situación de Ciudad del Cabo en Sudáfrica. Allí, por un lado, los hogares más ricos de la urbe albergan el 14% de la población total, pero consumen más del 51% de los recursos hídricos en la ciudad. Por el otro, los hogares de bajos ingresos, que representan el 62% solo consumen un 27% del agua.
La misma dinámica se observó en más de 80 ciudades como Londres, Roma, Miami, Tokyo, Melbourne, El Cairo, Moscú, Sídney, Sao Paulo y Ciudad de México.
El caso de Argentina: gastos millonarios de la Quinta de Olivos vs. barrios populares sin cloacas
Un claro ejemplo de la desigualdad es el consumo de recursos hídricos de la Quinta de Olivos, la principal residencia del presidente en mandato de Argentina. Los enormes jardines y la imponente fuente principal conllevan un alto consumo de agua para mantenerlos.
Un pedido de acceso a la información pública realizado por TN demostró que la majestuosa casa presidencial abonó a AYSA (Agua y Saneamiento Argentinos) más de 5 millones de pesos argentinos entre enero y marzo de 2021. Según pudo constatar TN, los gastos de mantenimiento de la quinta se mantuvieron igual a lo largo de los distintos mandatos.
Mientras la mansión del presidente de la nación de turno cae en gastos excesivos por el consumo de recursos hídricos, el 20% (9 millones de personas) de la población argentina no tiene acceso a agua potable y el 43,9% (19,7 millones) tiene déficit de cobertura de saneamiento, según datos oficiales del 2020 por la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento (DNAPyS).
La situación se agrava drásticamente en los barrios populares, en donde el 88,4% de las personas no tiene acceso a la red de agua segura y el 97,5% no tiene desagües cloacales.