Desde enero, el estrés térmico por blanqueamiento ha afectado al 84% de los arrecifes del mundo. Los episodios de blanqueamiento están empeorando rápidamente debido al cambio climático inducido por el hombre, que amenaza la existencia misma de los arrecifes de coral vivos; el primer episodio de blanqueamiento en 1998 afectó al 21% de las zonas de arrecifes, en 2010 aumentó al 37%, en 2014-2017 aumentó al 68% y ahora la cifra es aún mayor.
Como consecuencia unos 82 países, territorios y economías han sufrido daños por el cuarto episodio de blanqueamiento global de corales, incluidos Estados Unidos, Indonesia y Brasil. Los científicos calificaron este cuarto episodio de blanqueamiento global de corales como “sin precedentes”.
“Hay muchas razones para la desaparición de los arrecifes de coral; pero no nos andemos con rodeos. Los corales se están blanqueando y muriendo principalmente porque el océano se está calentando a un ritmo alarmante, como lo demuestra la magnitud de este cuarto evento de blanqueamiento global. El océano se está calentando principalmente debido a la acumulación de gases de efecto invernadero emitidos por la quema continua de combustibles fósiles por parte de la humanidad. En resumen, si queremos que los arrecifes de coral sobrevivan, debemos reducir drásticamente nuestras emisiones y mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados”, subrayó el Embajador Peter Thomson, Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para el Océano.
Por qué se blanquean los corales
Los corales se blanquean cuando la temperatura del agua es demasiado alta, pero si la temperatura del agua vuelve a la normalidad, pueden recuperarse. Si la temperatura del agua permanece demasiado alta durante demasiado tiempo, los corales mueren.
La principal causa de los episodios de blanqueamiento de corales son las altas temperaturas oceánicas. El año pasado fue el más caluroso registrado y el primero en alcanzar más de 1,5 °C más cálido que en la época preindustrial, debido al cambio climático inducido por el hombre. Esto contribuyó a que las temperaturas oceánicas rompieran récords y a que se triplicara el récord anterior de olas de calor marinas en todo el mundo.
“La magnitud y el alcance del estrés térmico son impactantes, ya que requieren niveles adicionales de estrés térmico equivalentes a tener que lidiar ahora con huracanes de categoría 6 y 7. Algunos arrecifes que hasta ahora habían escapado al estrés térmico grave y que pensábamos que eran algo resistentes, sucumbieron a muertes parciales en 2024, sumó Melanie McField, copresidenta del Comité Directivo del Caribe y fundadora y directora de la iniciativa Arrecifes Saludables para Gente Saludable (HRI).
Los arrecifes de coral no son solo hermosos. Alrededor de un tercio de toda la vida marina conocida depende de los arrecifes, y mil millones de personas se benefician de ellos directa o indirectamente. La salud de los corales tiene un impacto en la economía mundial, ya que los arrecifes proporcionan 10 billones de dólares en beneficios como alimentos, empleos y protección costera contra las mareas de tormenta.

Sin embargo, la cobertura de coral vivo se ha reducido a la mitad desde la década de 1950 debido a una combinación de daños medioambientales locales y cambio climático global. La pérdida de arrecifes de coral va en contra de los esfuerzos por lograr un desarrollo sostenible, aliviar la pobreza y garantizar la seguridad alimentaria.
Aunque los corales están en peligro, una combinación de medidas de conservación locales y rápidos recortes de emisiones aún puede ayudarles a sobrevivir. Las soluciones locales, como la restauración de los corales bien planificada, la reducción de la contaminación, el fin de la sobrepesca y la cría selectiva de corales, pueden mejorar la salud de los arrecifes y aumentar su resiliencia ante el aumento de la temperatura del océano. Además, limitar el calentamiento global a 1,5 °C como máximo es necesario para que estas medidas de conservación de los corales tengan alguna posibilidad de funcionar. Los planes climáticos actuales sitúan al mundo en una trayectoria de calentamiento de aproximadamente 2,7 °C.
“Los líderes mundiales deben comprometerse realmente a reducir los combustibles fósiles y aumentar las inversiones en energías limpias, y hacer que esto sea una realidad. Necesitamos que dejen de hacerlo solo sobre el papel y en las noticias, necesitamos que sea real. Estamos tan cerca (espero que no sea demasiado tarde) de que sea demasiado tarde para cambiar”, concluyó la Dra. Valeria Pizarro, Instituto Perry de Ciencias Marinas, Colombia/EE. UU.
*Fuente: Periodistas por el Planeta