China ratificó el acuerdo internacional impulsado por la Organización Mundial del Comercio (OMC) para la eliminación de los subsidios a la pesca. El objetivo del acuerdo es alcanzar una mayor sostenibilidad de la actividad pesquera. ¿En qué influye a la Argentina?
“Al frenar los dañinos subsidios a la pesca en todo el mundo, juntos podemos forjar un camino hacia un legado de abundancia y oportunidades para las generaciones venideras”, dijo la directora de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, según informó Infobae.
El acuerdo fue aprobado en 2022, luego de largas negociaciones. Finalmente, este martes China, uno de los grandes depredadores del Mar Argentino, ratificó la quita de subsidios a buques que practican pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. El país cuenta con dos años como período de adaptación.
China se suma a la lista de otras naciones que ratificaron el acuerdo, entre ellas, Singapur, Seychelles, Islandia, Estados Unidos, Nigeria, Belice, Canadá, Suiza, y los países miembros de la Unión Europea.
¿Por qué influye a la Argentina la quita de subsidios a los buques chinos?
Buques provenientes de China, Corea del Sur, Taiwán, España y Japón pescan de manera no regulada en las inmediaciones del Mar Argentino. Estos barcos pescan a partir de la milla 201, es decir, justo en el límite de la Zona Económica Exclusiva de Argentina. La quita de subsidios por parte de China significa un gran avance para frenar esta práctica.
El impacto ecológico y económico de la pesca ilegal no distingue millas. “Lo que pasa en la milla 201 incidirá en el mar Argentino. Jurídicamente no se le puede decir ilegal allí, pero ambientalmente es una pesca altamente destructiva” explicó Milko Schvartzman, especialista en conservación marina y parte del Círculo de Políticas Ambientales a Chequeado.
Este tipo de pesca tiene un impacto ecológico negativo en el ecosistema y la biodiversidad marina. Los buques no respetan temporadas de reproducción, tamaños ni estado biológico de las especies. Esto puede llevar a una sobreexplotación que impide la repoblación.
Además, como los animales marinos más capturados —langostinos, merluzas y calamares— son la base de la cadena alimenticia, también se ven afectadas otras especies como delfines, cachalotes, elefantes marinos, pingüinos y albatros, entre otros.
Las embarcaciones ilegales tampoco cumplen con los controles ambientales, ni las regulaciones sobre la contaminación del agua del mar. Todos los años vierten al mar toneladas de residuos y desechos.
El impacto económico no se queda atrás. Según el diputado nacional Héctor Stefani (PRO, Tierra del Fuego) la pesca ilegal genera pérdidas de entre USD 1000 millones y USD 2000 millones cada año en Argentina. Además, la sobreexplotación y pérdida de recursos afecta a todas las comunidades que dependen de la actividad pesquera de forma legal.
Argentina aún no ha ratificado el acuerdo
Argentina, por su parte, aún no ratificó el acuerdo. Este año, los diputados Mariana Zuvic y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica, CABA) lanzaron la campaña “Salvemos el mar argentino” que busca remediar esta situación.
En primer lugar, el proyecto de Zuvic y Ferraro propone que Argentina adhiera al acuerdo de quita de subvenciones a la pesca de la Organización Mundial de Comercio.
En segundo lugar, el proyecto propone un Sistema Único de Trazabilidad de la Pesca y la Acuicultura para garantizar la legalidad de las capturas, el cumplimiento de normas de inocuidad, calidad y sostenibilidad y asegurar el acceso a la información recogida.
Por último, el proyecto quiere crear un Observatorio de Pesca del Atlántico Sudoccidental. Esto le daría un marco institucional al problema, y sería un espacio profesional de investigación y análisis que posibilite la búsqueda de las mejores soluciones.