El cambio climático podría mitigarse con el cultivo de hongos. Estos organismos están siendo estudiados no solo como una fuente saludable y valiosa de proteína, fibra, antioxidantes y selenio, sino también como posibles salvadores frente al aumento desmedido de gases de efecto invernadero.
Científicos de la Universidad de Stirling en Escocia descubrieron que cultivar hongos comestibles junto a árboles no solo podría convertirse en una gran fuente de alimento, sino también ayudar a mitigar los impactos del cambio climático al capturar carbono.
Además, al ser cultivado junto a árboles, esto reduciría la deforestación para expandir la actividad agrícola e incentivaría la plantación de árboles.
Menos carbono y más alimento
Según el estudio, el cultivo de hongos ectomicorrícicos comestibles en los bosques puede capturar hasta 12,8 toneladas de carbono por hectárea al año. Además, puede producir una fuente de alimentos nutritivos para casi 19 millones de personas. Los hongos tienen los 9 aminoácidos esenciales que lo convierten en una gran fuente de proteínas para las personas.
Esta es una gran diferencia frente al cultivo de otros tipos de alimento, ya que el cultivo de este tipo de hongos “es el único que daría como resultado tales beneficios: todas las demás categorías de alimentos principales generan una emisión de gases de efecto invernadero durante la producción”, aseguró Paul Thomas, profesor honorario de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Stirling.
Además, al incentivar el cultivo de este tipo de hongos junto a los árboles evitaría que se siga deforestando para expandir la agricultura. Los árboles, como es sabido, también captan carbono de la atmósfera, una acción necesaria para mitigar el cambio climático.
Grandes amigos: hongos y árboles
Ambos organismos tienen una relación simbiótica: los árboles proporcionan el medio y los carbohidratos para que los hongos crezcan. El micelio de los hongos, a su vez, se combina con las raíces de los árboles y les permite absorber más nutrientes y humedad de la tierra.
Los hongos pueden crecer junto a los árboles en distintos climas. “Este sistema debería ser posible en todas las regiones boscosas. Los que muestran una mayor promesa de producción son probablemente en los templados, boreales y subtropicales”, explicó Thomas a EcoWatch.