Entre Ríos habilitó la caza de cinco especies de aves autóctonas. La provincia gobernada por Gustavo Bordet permitirá el “turismo” de caza en establecimientos específicos. A raíz de la polémica resolución, más de treinta organizaciones socioambientales repudiaron el hecho.
La Dirección de Recursos Naturales de Entre Ríos a cargo de Mariano Farall habilitó la temporada de caza de cinco aves autóctonas mediante la resolución n.° 0888. El gobierno entrerriano fue duramente criticado en 2022 por una resolución similar que permitía la matanza de especies autóctonas.
El “turismo” cinegético consiste en la matanza de especies animales en establecimientos conocidos como coto de caza. Las aves alcanzadas por la resolución son el pato picazo, el pato sirirí pampa, el pato sirirí colorado, el pato barcino y el inambú común.
El repudio de más de treinta organizaciones socioambientales
Luego de ser conocida la polémica resolución, más de treinta organizaciones socioambientales escribieron una carta abierta y repudiaron el hecho. Entre los firmantes se encuentran la Fundación Azara, la Fundación Cullunche, la Red Argentina contra el Tráfico de Fauna (RACTES) y COENDÚ de Uruguay.
“La caza no es turismo, no es deporte y nos rehusamos a que sea lo que Entre Ríos ofrezca al mundo como producto turístico”, manifestaron las organizaciones. La carta abierta recuerda que la sociedad “pide a gritos se termine con esta práctica cruel y violenta que atenta contra el patrimonio natural y cultural de los entrerrianos”.
Las organizaciones denunciaron la parcialidad del gobierno entrerriano. La resolución provincial se basó en estudios solicitados por la Cámara Argentina de Turismo Cinegético y Conservacionismo (CATCyC). Esta es “la principal impulsora de la caza en el país, lo que implica al menos un sesgo en el origen de la información en que s apoya la medida”, manifestaron.
El costo ambiental de esta medida es grave, aseguraron. Las empresas autorizadas a organizar los cotos de caza se “enriquecen a costa de destruir nuestra biodiversidad y de contaminar con el plomo de las municiones (material altamente tóxico y cancerígeno) nuestros humedales y demás ambientes naturales”, denunciaron en la carta abierta.