Los aghoris llevan a cabo prácticas que son consideradas peligrosas para la sociedad civil moderna. (Foto: Gon Poullet)
Entre canibalismo y aislamiento social, estas tribus representan una amenaza inminente para los ciudadanos civiles de la época moderna. Y es que, a pesar de no representar un riesgo si no se las molesta, hay muchas tribus que aún persisten en la actualidad a las cuales es extremadamente difícil acceder por sus rituales y costumbres complejas.
La historia detrás de estas 3 tribus que conforman las más peligrosas del mundo:
La tribu de los sentineleses aún vive en Sentinel del Norte, una isla de la India. Se trata de un grupo de nativos que no tiene contacto con el exterior y cuyos rituales se conocen como los más sangrientos y peligrosos de todos. Así lo han demostrado las personas que han llegado a la isla, por accidente o decisión, y nunca han vuelto.
Uno de los casos más recordados es el del barco Nineveh, varado en 1867 en los alrededores de la isla con 86 pasajeros y 20 tripulantes. Según cuenta la historia, los náufragos se refugiaron en la isla durante tres días, intentando protegerse de los peligrosos sentineleses. Ante su llegada, los nativos respondieron con agresión y, aunque la sociedad civil quiso rescatarlos, el barco de rescate Royal Navy halló sus esqueletos.
Michael Rockefeller (el hijo menor del vicepresidentes de EEUU, Aldrich Rockefeller) fue otra víctima de esta tribu a los 23 años. Según el reportero del National Geographic, Carl Hoffman, los indígenas de Sentinel del Norte capturaron al joven blanco, lo atravesaron con una lanza, lo bajaron a un arroyo donde lo mataron e iniciaron una gran fogata. Dos sacerdotes holandeses le contaron a Hoffman que la tribu de Sentinel del Norte había cortado la cabeza de Michael, abriendo su cráneo, devorando su cerebro y empapándose de su sangre para los rituales.
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Se trata de una tribu hindú que busca confrontar los tabúes sociales para alcanzar la iluminación espiritual. En este sentido, los aghoris rechazan la idea “lo bueno y lo malo” y por eso no disciernen entre las prácticas moralmente buenas y las perjudiciales.
Según cuenta Manoj Thakkar, autor del libro “Los Aghori: una novela biográfica“, los aghoris practican el canibalismo, comen su propio excremento, fuman marihuana, beben su propia orina en cuencos hechos de cráneos humanos, y hasta mantienen relaciones sexuales con cadáveres.
Lejos de ser solamente una tribu, los aghoris son más conocidos en la India por conformar una secta, ya que la mayoría de los adeptos a esta tribu provienen de las clases más bajas de la India y pierden todo contacto con su familia una vez que ingresan a la agrupación.
Ubicados en Sierra Leona, la Sociedad Leopardo generó temor en todo el mundo desde que se conoció su existencia. Según Stephen Ellis, esta tribu que también se extendió hacia Liberia, Costa de Marfil y Nigeria, cree que “puede ser poseída por los espíritus de animales carnívoros como leopardos y cocodrilos, por eso llevan a cabo asesinatos rituales mientras están en estado de posesión.”
Sus excesos llevaron al Gobierno de Liberia a prohibir a esta tribu hacia el siglo XX. Sin embargo, se cree que pueden seguir funcionando en forma clandestina en distintas partes de Sierra Leona.
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