El compost es la generación de tierra fértil a partir de la transformación de residuos orgánicos. Cada vez más domicilios, escuelas, restaurantes, edificios y clubes se suman a esta iniciativa verde. Sin embargo, no todos los residuos de tu jardín o huerta son aptos para el compost.
Hacer compost es muy fácil. Pero, ¡atención! A veces incluimos residuos del jardín que lo perjudican. Estos son los 9 residuos que tenés que evitar, según los expertos de Sustainable Jungle:
- Grandes ramas o pedazos de madera. Podés compostarlas, pero asegurate de cortarlos en pedazos más pequeños. Si son muy grandes, van a tardar mucho en degradarse.
- Carbón y cenizas. El carbón y las cenizas de la parrilla no son compostables. Pueden tener sustancias nocivas como arsénico o mercurio y contaminar el abono. Las cenizas de madera sí son aptas para el compost.
- Plantas tóxicas. Evitá compostar adelfa o laurel rosa y nogal negro ya que contienen juglona y es tóxica para otras plantas.
- Madera tratada y aserrín. Toda manera destinada para construir muebles es tratada con elementos químicos repelentes al agua, así que no es apto para el compost. En el caso del aserrín, si es proveniente de madera cortada, no lo incluyas en tu compost. Si es aserrín de madera natural, sí.
- Restos de fertilizantes sintéticos. Cuidado con restos de plantas y tierra que hayan sido tratados con fertilizantes sintéticos: pueden dañar microorganismos del compost, alterar el pH y los niveles de nutrientes.
- Restos de plantas con pesticidas o herbicidas. Si querés incluirlos, esperá algunas semanas a que se diluya la concentración y así no desequilibrar el compost.
- Plantas muertas o infectadas. No compostes plantas que estén infectadas con hongos o insectos ya que puede contaminar el abono.
- Hierbas invasoras y malezas. Asegurate que estén secas antes de compostarlas, si no volverán a crecer en tu compost.
- Colillas de cigarrillo. Cuidado con tirar cenizas o colillas de cigarrillos: son altamente contaminantes por los químicos que tienen.