Mar del Norte: focas grises, ballenas y atún rojo, los esfuerzos de conservación dan sus frutos

En la década de 1930, Scarborough, un centro turístico costero en Yorkshire, se convirtió en un destino mundial para la pesca de grandes especies, atrayendo a estrellas de cine y a la élite para capturar enormes atunes rojos. Estos atunes, conocidos como tunny, llegaban al mar del Norte en busca de arenques y caballas. Sin embargo, para la década de 1950, los atunes, junto con otras especies marinas, empezaron a desaparecer, revelando un declive más amplio en la salud del ecosistema del mar del Norte.

Las aguas del mar del Norte, hogar de diversas especies marinas y aves, han sido degradadas por siglos de sobrepesca, contaminación y exploración de petróleo y gas. Un estudio indica que la biomasa de arenques disminuyó en un 97% entre 1950 y 1980, aunque ha mostrado una leve recuperación. A pesar de que algunas poblaciones de peces, como el rape y el bacalao, siguen en estado preocupante, se ha observado un repunte en la vida silvestre, lo que da un atisbo de optimismo a los conservacionistas.

Tony Juniper, presidente de Natural England, destaca que la naturaleza puede recuperarse rápidamente si se le da la oportunidad. El mar del Norte, uno de los más productivos del mundo, ha sufrido una intensa extracción de recursos, pero ahora está mostrando signos de recuperación gracias a medidas de conservación y protección.

En los últimos años, se han avistado más delfines nariz de botella y ballenas jorobadas y minke a lo largo de la costa del mar del Norte en Inglaterra. También se ha observado un aumento en la población de focas grises, con miles de crías naciendo cada año en las playas de Norfolk.

Bex Lynam, gerente de defensa marina de North Sea Wildlife Trusts, atribuye esta recuperación al impacto de mayores protecciones para la naturaleza en el mar del Norte, como nuevas áreas marinas protegidas y controles más estrictos sobre la pesca. En abril, los gobiernos del Reino Unido y Escocia anunciaron una prohibición sobre la pesca comercial de lanzones para ayudar a otras especies marinas a recuperarse.

A pesar de estos avances, la expansión de infraestructura eólica marina podría presentar nuevos desafíos para la vida silvestre. Sin embargo, algunos conservacionistas se atreven a imaginar el regreso de especies como las orcas, los salmones e incluso el atún rojo, con medidas de conservación fortalecidas.

Kirsten Carter, de la RSPB, reflexiona sobre cómo el mar del Norte fue una de las áreas marinas más productivas del mundo, atrayendo una intensa extracción de recursos durante siglos. Aunque ahora nos emocionamos al ver una ballena o unos pocos delfines, hubo un tiempo en que las grandes especies vivían en grandes cantidades a lo largo de nuestras costas.

La recuperación en el mar del Norte es un recordatorio de que, aunque hemos normalizado la disminución de la biodiversidad, las cosas pueden ser diferentes. La implementación de políticas de pesca sostenible y medidas de conservación a largo plazo está comenzando a mostrar beneficios tangibles para el medioambiente marino.

Estos esfuerzos de conservación ofrecen una visión esperanzadora para el futuro del mar del Norte, demostrando que, con la protección adecuada y el manejo responsable, es posible restaurar la abundancia y diversidad de la vida marina que una vez caracterizó la región.

Fuente: The Guardian

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