De un color celeste brillante, casi transparente, la mariposa bandera argentina (Morpho epistrophus argentinus) surca los cielos, los árboles de coronillo y pasa alrededor de las personas que fueron a maravillarse por su belleza. Este fin de semana fue su celebración anual en las localidades de Punta India y Magdalena, en la provincia de Buenos Aires, Argentina. “Es el único insecto en el mundo que tiene su propio festejo”, aseguró Laura Gravino, la fotógrafa de Foco Natura y una de las personas que más sabe de esta especie.
Los huevos de esta mariposa eclosionan entre diciembre y febrero. En estos meses, el corredor biológico de esta especie se ve lleno de alas celestes con tonalidades doradas. Aunque una gran parte de su hábitat natural está perdida por la tala de árboles que son hospederos de la mariposa, cada vez más personas demuestran que, con acciones concretas, esto puede revertirse. Además, tienen un objetivo: que la mariposa bandera argentina sea la mariposa nacional. Y ya presentaron un proyecto de ley para lograrlo.
Cómo es la mariposa bandera argentina
En una conversación con Eco.News, Laura Gravino, fotógrafa científica y conservacionista, detalló las características de esta bella mariposa y explicó por qué debe ser considerada la mariposa nacional.
La “bandera argentina”, llamada así por sus colores que se asemejan al símbolo nacional, llama la atención por su gran tamaño que es de 7-12 cm. Tiene un vuelo lento y ondulante, que por momentos “semeja un papel mecido por la brisa”, dijo Gravino.
Las hembras son más grandes que los machos y más coloridas. Además son “más sociables”: “Es re loco eso. Ellos nos ven y se asustan, en cambio, las hembras me ven con comida (fruta podrida) y se acercan”, sostuvo la fotógrafa y añadió que ellas viven menos, mueren antes y nacen después.
Los colores de sus alas son fascinantes. “Tiene un diseño con ojos dorados y un dibujo bien cargado. El macho tiene un diseño alar más liso”, agregó.
“Hay mayor caudal de machos que nacen primeros días de enero con los primeros calores. Andan como locos buscando a las hembras. Ellas nacieron hace 15 días. Ahora están en pleno cortejo, pero a fines de marzo ya empezaremos a ver los huevos”, dijo Gravino, quien trabajó en el ex Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires (ahora Ecoparque) durante 25 años como fotógrafa principal.
Su distribución geográfica abarca el sur de Brasil, donde vuela la subespecie típica, y Uruguay y Argentina, donde se encuentra la subespecie austral, en los bosques de tala (Celtisehrenbergiana).
En estos bosques crece su principal planta hospedadora: el coronillo (Scutia buxifolia). De sus hojas se alimentan las orugas de la mariposa. Es un árbol de hojas chicas y follaje espinoso que crece muy lentamente.
La mariposa se encuentra en estas zonas de la Argentina: en las selvas húmedas y los talares de Chaco, Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Buenos Aires (Delta Paraná, Isla Martín García, zona de vegetación autóctona de San Fernando y San Isidro). Saltea la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y reaparece en Punta Lara y el Parque Costero del Sur hasta la laguna salada de General Madariaga que es la zona más austral donde fue avistada.
Una de las misiones de los amantes de este insecto es que se logre hacer un recorrido biológico entre estas provincias, ya sea de coronillo, bugre o inga, (hospederos) según corresponda en cada zona, para protegerlo.
Es la única especie del género Morpho (que significa que es tropical o subtropical) que llega hasta la latitud de Buenos Aires. En 1953, el reconocido naturalista Fernando Bourquin describió a la Mariposa Bandera Argentina como una “rareza zoológica” porque es la única mariposa tropical que logró adaptarse a las latitudes de Buenos Aires con temperaturas bajo cero.
¿Cómo lo consigue? Con un abrazo.
Las heladas son fortísimas y suele terminar con muchas plantas, pero no con el coronillo y las orugas de mariposa bandera argentina. “Ellas sobreviven abrazadas, formando un solo cuerpo. Son gregarias en este estadío y arman ese manojo gigante. Los huevos eclosionan a fines de marzo, principios de abril, y no se convierten en pupa y luego en mariposa hasta enero (en la latitud de Punta Indio). En todo ese tiempo, están juntas. Son como una madeja abrazadas, solo salen solas al atardecer para comer hojas y vuelven y se enmadejan de nuevo”, explicó la experta.
“Hay concepto social nunca me voy a cansar de decir. Sobreviven a las heladas más fuertes porque están en comunidad. Esa es la enseñanza que nos dan las orugas de la bandera argentina porque nosotros estamos de heladas en heladas y lo que hacen es muy significativo”, destacó.
Apenas nacen las orugas, “son iguales a las de diciembre pero en miniatura, son una caricatura de ellas mismas”, rió Gravino y explicó que tienen la cabeza como el tamaño de una cabeza de alfiler con un cuerpito bien chiquito “y con el lomo con botoncitos dorados, increíbles, son como dragoncitos aterciopelados”.
En 1910, se veía a esta mariposa hasta en los Bosques de Palermo, pero con la destrucción de los coronillos desapareció de la ciudad. Fue la tala de árboles nativos para reemplazarlos por árboles europeos y asiáticos, lo que afectó su población.
“Seguramente sorprendía con su vuelo y su sociabilidad”, afirmó.
La invasión de plantas exóticas, como ligustros, hiedras, madre selva, mora y laurel, no tienen predadores, son de rápido crecimiento y compiten por la luz. Por todos estos motivos, el coronillo empezó a escasear.
Y los saberes ancestrales se fueron quedando en el olvido.
“Antiguamente, en Punta Indio, nuestros abuelos rociaban con kerosene los cachos gigantes de orugas de mariposas colgando de coronillos y los prendían fuego, pensando que eran gatas peludas. Pero no, las orugas no son urticantes ni venenosas, son inofensivas. Así, empezó a bajar la tasa de natalidad. Además, usaban, por su capacidad ignífuga, usaban el coronillo para calefaccionar”, se lamentó.
La fiesta de la mariposa: “Sin coronillo No hay Mariposa Bandera Argentina”
El sábado 24 y el domingo 25 de febrero se llevó a cabo la novena Fiesta de la Mariposa Bandera Argentina, primero en Punta del Indio y, el segundo día, en Magdalena (en la Reserva Natural El Destino).
Estos lugares, en la ruta 11, forman parte del Corredor Biológico de la Mariposa Bandera Argentina, en el “Parque Costero del Sur” que es Reserva de Biosfera de la Unesco y ocupa más de 75km.
Actualmente, desde el Parque Costero se está organizando la Red de mariposa bandera argentina para todo el país.
Sin embargo, ya hubo grandes avances. Con el impulso de Laura y el acompañamiento de muchas personas, tanto de la sociedad civil como del intendente de Punta Indio, la ONG Amigos del Parque Costero del Sur, y funcionarios como Pino Solanas (quien entonces era senador), se logró en 2012 que la mariposa bandera argentina sea nombrada, por unanimidad por el Honorable Concejo Deliberante de Punta Indio, especie emblemática del partido junto con el coronillo.
Dos años más tarde, Magdalena hizo lo propio. Así, la mariposa se convirtió en el primer invertebrado de la Argentina que alcanza el estatus de especie emblemática.
Desde 1945 se pide que sea declarada la mariposa nacional. En ese año, el naturalista Bourquin, quien estudió su ciclo vital, lo dejó asentado en su libro Mariposas Argentinas.
Pero no basta con el deseo conservacionista, también hay que sensibilizar. Laura lo sintetiza: “Para que un proyecto de conservación baje a tierra y tenga sentido, es muy importante no solo una persona que esté atrás de la conservación, sino que haya educación ambiental que lo baje al pueblo, que embandere y que los pibes se pongan el rol de guardaparques y guardianes. Por último, se necesita la pata institucional”.
Embanderados, la campaña escolar que difunde la importancia de la mariposa
Las docentes y la dirección de la Escuela 501 de Verónica del Distrito de Punta indio, una escuela especial, fueron las pioneras en sensibilizar sobre la importancia de la mariposa, gracias al entusiasmo de Laura.
Con los chicos, inventaron la escarapela mariposa y llevaron su acción a otras escuelas especiales 501 de la provincia de Buenos Aires, donde los menores les enseñan a sus pares a armar la escarapela. Este programa de educación ambiental se llama “Embanderados”.
Pero esa no es la única acción. Había un claro problema: la mariposa solo se ve en verano, ¿cómo difundir su importancia durante el invierno? Así, en una noche desvelada, Laura tuvo otra idea: el orugazo.
Los #orugazos consisten en que todos los niños del jardín hagan orugas de goma espuma o con rollo de papel u otros elementos, y las pinten y decoren. Luego, las llevan a su “hogar”, el coronillo. Organizan un día con las familias y los chicos las ubican en los árboles para concientizar sobre el cuidado de las mismas y de estas plantas.
Para Laura, ver a los padres alzar a sus niños en los árboles fue como una escena de “Avatar”. Incluso, fueron los chicos quienes entraron en la legislatura local para presentar el documento que pedía que la mariposa fuera declarada un emblema. Lo consiguieron por unanimidad y la emoción fue enorme.
Otras de las acciones que se hacen para difundir la importancia de los coronillos son las jornadas de control de exóticas, para quitar a los árboles que impiden crecer a los coronillos.
Cómo sumarte a proteger la “bandera argentina”
Laura Gravino, creadora de Somos Foco Natura, lejos de conformarse con todo lo logrado en comunidad, sigue insistiendo en que se declare la mariposa bandera argentina como mariposa nacional y está construyendo un lugar para continuar ese rumbo.
En Punta Indio, localidad donde vive, está avanzando en la construcción de un Centro de Interpretación de la Mariposa bandera argentina, llamado “Tierra de Mariposas”. Sería el “único de una sola especie”, destacó.
Su idea es que sea un centro cultural ambiental donde también se brinden talleres y cursos relacionados al arte y otros temas.
Para contactarse con Laura Gravino y seguir impulsando la protección de la mariposa bandera argentina, podés comunicarte a través de sus redes sociales: @tierra_de_mariposas, Mariposa Bandera Argentina y @mariposabanderaargentina.
Dicen que nada es seguro, pero hay dos cosas de las que no tengo ninguna duda: que Laura terminará el Centro de Interpretación y será un refugio de biodiversidad, y que ni ella ni las Escuelas 501 se detendrán en la realización de su sueño conmovedor: que la mariposa bandera argentina sea la mariposa nacional.