La sostenibilidad en la industria de la moda peligra frente a los alarmantes excesos de producción y consumo de ropa y calzado, sobre todo en el Fast fashion. El sector se encuentra entre los más contaminantes del mundo: son responsables de altos niveles de emisiones y de residuos. Es por esto en Europa se instó a que se tomen medidas al respecto para así reducir el impacto ambiental.
Según Europa Press, la Comisión de Medioambiente del Parlamento Europeo solicitó a todos los países de la Unión Europea que garanticen que la producción de ropa y calzado reduzca su consumo de energía y agua. Además, piden evitar la liberación de sustancias nocivas en el ambiente.
El organismo también instó a mejorar la gestión de residuos provenientes de la industria: separar, recolectar, reutilizar y reciclar desechos textiles, como así también buscar la forma de eliminar gradualmente el vertido de residuos.
La Comisión de Medioambiente mencionó recomendaciones para afrontar el problema, como prohibir la destrucción de productos no vendidos o devueltos, y legislar para poner fin al greenwashing de algunas empresas. También creen necesario garantizar prácticas comerciales justas y éticas, e informar al consumidor acerca del origen de los productos.
El fast fashion es una tendencia en aumento que preocupa a los sectores ambientales y organismos internacionales. Esta práctica implica la producción de enormes volúmenes de prendas de mala calidad y a precios bajos para atender a la demanda de los consumidores que persiguen tendencias y modas que cambian velozmente.