El financiamiento es urgente para alcanzar los objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático. El Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático, Simon Stiell, propuso a los delegados del Foro de Inversión Sostenible reformar la arquitectura financiera para aumentar las inversiones antes de que sea demasiado tarde.
“La financiación de la lucha contra el cambio climático tiene que ver con las personas, no sólo con cifras en un balance. Se trata de proteger nuestro planeta, nuestras comunidades y a las generaciones futuras de los efectos devastadores del cambio climático. Y se trata de construir una economía más equitativa e integradora que beneficie a todos, no sólo a unos pocos privilegiados”, manifestó Stiell en su discurso el pasado 9 de mayo.
¿Cómo es el financiamiento climático actual?
“La escala de lo que se necesita es significativa”, alertó Stiell. Los países en desarrollo, aseguró el Secretario Ejecutivo, necesitan 6000 millones de dólares para poner en marcha planes de acción climática de aquí a 2030. “Y eso con importantes brechas en el cálculo de las necesidades de adaptación”.
El aumento de las inversiones antes de 2030 reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático, aseguró el informe del IPCC. Además, permitiría “acelerar las economías de escala y la innovación para abaratar los costes de inversión después de 2030. Esto también ayudará a reducir los costes de adaptación”, agregó Stiell.
Si bien existen soluciones tecnológicas cada vez más baratas y competitivas para mejorar las energías renovables y el transporte, en los países en desarrollo todavía hay grandes obstáculos financieros que impiden el desarrollo de estas soluciones. “La inversión en energías limpias en los países en desarrollo —aparte de China— se ha estancado desde 2015 en aproximadamente 200 000 millones de dólares”, aseguró Stiell.
“Así pues, necesitamos un aumento de la inversión a corto plazo que nos ayude a encaminarnos hacia un crecimiento sostenible hasta 2050 y más allá”, dijo Stiell. “Si dejamos pasar esta oportunidad, puede que sea demasiado tarde”.
Necesitamos una reforma de la arquitectura financiera internacional
Stiell exhortó a los delegados a poner en marcha una reforma de la arquitectura financiera para afrontar el cambio climático de manera eficaz. Para esto mencionó tres medidas:
- Avanzar en la gestión de los riesgos de inversión climática en países en desarrollo. Si el riesgo es real, implementar medidas de reducción de riesgo, como garantías, seguros y cobertura en la moneda local. Si el riesgo es percibido, es necesario revertir los prejuicios que dificultan estas inversiones.
- Desarrollar planes de transición justa, equitativa y transparente para aumentar e incentivar las inversiones.
- Mejorar la gestión de la crisis de la deuda. “Tenemos que desarrollar un entendimiento común de los vínculos entre el clima, los impuestos y la deuda”, agregó Stiell. El objetivo es que los países no acumulen deudas excesivas provenientes de la acción climática.
La importancia de un balance mundial y del nuevo objetivo de financiamiento climático
El Secretario Ejecutivo aseguró que para poner en marcha estas reformas es necesario hacer un balance global para que los países demuestren en qué aspectos están avanzando para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
“Es como hacer un inventario. Significa examinar todo lo relacionado con la situación mundial en materia de acción y apoyo al clima, identificar las brechas y trabajar juntos para trazar un mejor camino a seguir para acelerar la acción climática”, explicó Stiell.
Además, Stiell recordó la importancia de cumplir con el objetivo de financiamiento climático de 100 000 millones de dólares al año. “El nuevo objetivo de financiación de la lucha contra el cambio climático para después de 2025 es una oportunidad para recuperar la confianza en el cambio transformador que se requiere para movilizar y aportar financiación de forma que se atiendan las necesidades de los países en desarrollo”, finalizó el Secretario Ejecutivo.