¿Final feliz?: qué pasó con las orcas atrapadas en el hielo en Japón

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Un grupo de orcas quedaron atrapadas en el hielo en Japón. (Foto: Pexels/Felix Rottmann).

La historia de un grupo de aproximadamente 15 orcas que quedaron atrapadas en un banco de hielo a la deriva en la bahía de Rausu, en la isla de Hokkaido, Japón, tuvo un desenlace inesperado. Se estima que estas ballenas asesinas (como también se denomina a esta especie) lograron liberarse por sí mismas este 7 de febrero, cuando el hielo cedió de forma natural.

Las autoridades asiáticas observaron un pequeño deshielo a las 8:30hs de esta mañana y no encontraron a las ballenas. Por lo que llegaron a la conclusión que pudieron escaparse, ya que las buscaron durante una hora y media y no tuvieron novedades.

Fue gracias a un pescador de la zona que vio a orcas atrapadas en el hielo este martes que se dio aviso a las autoridades competentes de la situación. A diferencia de otros animales, las orcas solo pueden sobrevivir pocos minutos sin respirar bajo el agua.

Las orcas son grandes depredadores y son muy sociables. (Foto: Pexels/Andre Estevez).

El escape de las orcas atrapadas en el hielo en Japón conmovió al mundo entero. Esta historia es un símbolo de esperanza y demuestra que la naturaleza puede ser impredecible y ofrecer soluciones inesperadas. También recuerda la fragilidad de la vida marina y la necesidad de proteger su hábitat. 

3 curiosidades de las orcas

  1. ¿Sabías que las orcas son delfines? Son los delfines más grandes del mundo.
  2. Son mal llamadas “ballenas asesinas” porque no pertenecen a esa especie. El calificativo de asesinas viene por su audacia para atrapar otros animales. Su caza es siempre cooperativa y es tan efectiva que muchos asemejan este comportamiento con las manadas de lobos. Las orcas pueden cazar incluso en un grupo de 40 individuos.
  3. Son muy inteligentes y sociales. Pueden nadar aproximadamente 60 kilómetros por día y sumergirse hasta 150 metros, varias veces cada día. Por eso, las que están encerradas en cautiverio presentan estereotipias, conocidas también como zoocosis: es decir, patrones repetitivos de actividad que no tienen una función vital, como la automutilación y el balanceo.
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