Pigcasso fue el nombre que le dieron a una cerdita pintora que llegó a “vender” sus cuadros por más de un millón de dólares. El animal había sido rescatado de un matadero y vivió toda su vida en un santuario.
Sus cuadros causaron tal furor que incluso el tenista Rafael Nadal compró una de sus obras.
La cerda causó atención mundial por sus habilidades artísticas y así, pudo ayudar a otros animales. Toda la ganancia de sus cuadros fueron usadas para mantener a todos los animalitos de la granja que vivían con ella en el refugio.
El santuario al cual pertenecía era Farm Sanctuary, de Joanne Lefson. Allí vivió sus 8 años. Su deceso se produjo porque tenía artritis reumatoide crónica, lo que le afectó su columna y sus patas.
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