Un hecho alarmante ocurrió en una aldea en Islandia: un oso polar fue abatido a tiros por la policía local. Según las autoridades, la presencia del animal representaba una amenaza para los habitantes.
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El incidente ocurrió cerca de una casa de verano en la región de Westfjords, donde una mujer mayor se encontraba sola y se asustó al ver al oso cerca de su hogar. La mujer logró refugiarse en el piso superior de la cabaña y pidió ayuda a su hija, que vive en la capital, Reykjavik.
Ante esta situación, la policía le consultó a la Agencia de Medio Ambiente de la localidad acerca de la posibilidad de reubicar al oso, pero decidió que la opción más segura era dispararle.
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Si bien los osos polares no son nativos de Islandia, en ocasiones llegan a la costa arrastrados por témpanos de hielo desde Groenlandia. En las últimas semanas, se ha observado un aumento de icebergs en el norte del país.
A pesar de que se trata de una especie protegida, la ley permite matarlos si representan un peligro para las personas o el ganado.
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