Estudió Derecho, aporta a la conservación de especies con sus safaris en África, fue parte de la Selección Argentina de Kayak y ha escalado las cumbres más exigidas del mundo. Más allá de todo esto, Javier Remón se define como un viajero empedernido. El argentino de 51 años, que lleva 101 países visitados, le cuenta a EcoNews cómo el camino de la vida lo llevó hacia el continente africano, a través de un ejemplo inspirador.
En la actualidad, Javier trabaja en África, haciendo safaris a medida con su compañía Kifaru Expeditions. Durante toda su vida, el amor por la naturaleza ha sido un pilar esencial desde que era pequeño. Pero, su historia y sus palabras demuestran que no es solo esa conexión con lo natural lo que lo ha llevado a vivir una vida extraordinaria: “Frecuentemente me pongo metas como la del año pasado que fue llegar a los 100 países visitados a mis 50 años. O como la de hace 2 años que crucé el Atlántico a vela.”
(Podría interesarte: Conocer para proteger: 5 datos que debes saber en el Día Mundial de los Océanos)
Safari por África: la experiencia en primera persona
Con Kifaru Expeditions (@javierremonsafaris), Javier organiza y realiza safaris por 20 países africanos, llevando a sus viajeros a recorrer el magnífico continente que, según cuenta, “cautivó su corazón hace 20 años”.
En un día típico de safari, recorriendo los paisajes del este africano, Javier cuenta que las aventuras comienzan temprano: “Antes del amanecer ya estamos desayunando, salimos con el 4×4 cuando empieza a aclarar el día, vamos a ver el amanecer detrás de una acacia (el típico árbol africano) y a partir de ahí a buscar animales leones, elefantes, cebras, búfalos, hienas, guepardos, leopardos, jirafas, diferentes tipos de antílopes y aves.”
En cuanto a los costos, los safaris por el este de África suelen ser caros, principalmente por la entrada a los Parques Nacionales, las camionetas 4×4, el alojamiento y el servicio de cocina personalizado. Sin embargo, dentro de los parques se puede acampar para tratar de abaratar costos del safari.
Lejos de ofrecer únicamente experiencias fotográficas, Javier complementa los safaris con todos sus conocimientos sobre fauna y flora africana y sus conocimientos de vida al aire libre. Además, organiza viajes tribales, de montañismo, viajes de aventura y de relax en diferentes playas e islas paradisíacas del océano Índico.
Los safaris y la conservación ambiental: la realidad de África
Desde lejos, algunas personas tienden a pensar que el safari es una actividad que invade a los animales. Por el contrario, Javier da un punto de vista interesante para comprender cómo es que el turismo del safari aporta a la conservación de la naturaleza.
Según el experto, “Las actividades de safaris son una colaboración con los Parques Nacionales, para los países africanos y para todo el continente. La conservación es un punto importante y prioritario para los países africanos. Si pierden esos animales, perderían grandes ingresos en turismo.”
Lejos de sentirse invadidos, el guía de Kifaru Expeditions explica que “dentro de los parques, los animales están muy acostumbrados a las personas y a que los estén mirando. Ellos cazan, pasan a un metro del coche y ni nos miran.” Según su experiencia, Javier cree que es realmente muy difícil que un animal ataque a una persona dentro de un Parque Nacional. Y, si ocurre, generalmente es porque la persona hizo algo que no debía.
(Podría interesarte: ¡Sorprendente! Así lucen los 5 animales más raros del mundo)
El safari realizado de manera responsable, aporta grandes beneficios a la naturaleza: “Claro que intervenimos en su vida cotidiana de alguna manera. Pero mi punto de vista es más que favorable ya que, debido a que los visitamos, pagamos una entrada y aportamos a su conservación. Si no fuera así, a nadie le interesaría tener estos animales y esos territorios se transformarían en áreas de cultivo. Al gobierno no le interesaría tener tierras que no generan ingresos”. Tal como explica Javier, el turismo de safari realizado de manera responsable es una forma de conservación que aporta al cuidado de las especies nativas.
De abogado a guía de safaris por África
Aunque se recibió de abogado, la vida lo llevó por un camino distinto al del profesional tradicional. Aún así, el experto en safaris cuenta que no dejó la profesión de manera abrupta: “En su momento, decidí tomarme un tiempo cuando fui a jugar el mundial de kayak polo a Europa y dije, bueno, puedo vivir en otro país y dedicarme a viajar.”
Su introducción en la vida del safari fue, más bien, el resultado de un proceso de transiciones hacia la vida al aire libre: “No fue una decisión directa porque jamás se me había ocurrido que podía dedicarme a ver animales en la naturaleza, ir a buscarlos y apreciarlos tan cerca como lo veo diariamente, que es algo espectacular.”
Aún así, la vida de Javier estuvo marcada por una conexión natural: nació entre las montañas y la naturaleza ya que su vida comenzó en una zona privilegiada de Bariloche, en Argentina. “Desde chico yo agarraba animales, insectos, mariposas, todo lo que andaba dando vueltas en casa. De pequeño quería ser veterinario pero después, por esas cosas de la vida, estudié Derecho y estoy muy contento de haberlo hecho. Te da una experiencia y manejo de cómo moverse en el mundo, que es realmente interesante”, cuenta Javier.
Aunque luego se mudó a Buenos Aires y comenzó a estudiar en la ciudad, la naturaleza y el movimiento siempre estuvieron presentes en su vida: “Todos los fines de semana me iba a algún lado, o a correr un triatlón, o a bajar un río con el kayak, un río de montaña, o al Río de la Plata, o al Tigre, o a correr una carrera de bicicleta o duatlón, en diferentes lugares de la Argentina.”
Cada episodio de su historia lo fue orientando hacia donde se encuentra hoy. Hace casi 20 años, le surgió la posibilidad de trabajar en compañías de rafting en Uganda. La decisión de aceptar aquella oportunidad, lo llevó luego a que un amigo le propusiera trabajar en una compañía de safaris.
“Así fue como empecé, primero trabajando para una compañía de safaris y después ya hace casi 10 años, teniendo mis propios viajes y mi propia compañía de safari, que es lo que tengo hoy en día, donde organizo viajes a medidas. El 90 % de esos viajes los hago yo personalmente, porque a mí no me gusta estar en una oficina diagramando el viaje para los demás, sino que me gusta estar en medio de la sabana yendo a ver dónde está el león, a ver si podemos encontrar un leopardo, o ver si vemos algún animal cazar, o cruzarnos con algún elefante, jirafas, cebras y demás. Entonces eso para mí yo lo considero un privilegio enorme, el poder ver tal cual es la vida salvaje en el mejor lugar de la tierra para verlos: que esa es África.”
(Podría interesarte: Ping pong ambiental con Yago Lange: 10 preguntas para conocer al protector del océano)
Desde la naturaleza: Un consejo de vida inspirador
“Mi consejo sería decirle a la gente que salga, ¡que se lance a hacer lo que quiere, ya sea en su trabajo, o viajar! No a todos nos gustan las mismas cosas, por eso es que hacer lo que nos gusta hace la diferencia. Hay que salir y hacerlo. A veces lo que más cuesta es el primer paso.”
Para Javier, no es un tema de dinero: “Yo creo que es más una cuestión de decisión. Yo diría que muchas veces es tener el valor de hacerlo y lanzarse por esos sueños que uno tiene pendientes”
Javier porta las ganas de explorar como bandera, y sus palabras e historia reflejan esa verdad: “La comodidad es algo relativo. A veces puede valer mucho más acampar y dormir bajo un desierto lleno de estrellas que un hotel de 5 estrellas.”
Para este amante de la naturaleza, lo mejor es lograr los objetivos que uno se propone. Eso es lo que experimentó cuando subió el Everest: “Fue algo realmente increíble. Todo el camino hacia el punto más alto de la Tierra es maravilloso. El día de la cumbre no había nada más arriba de donde yo estaba, eso es increíble.” Cada vez que lo recuerda, una sonrisa inmensa se le dibujo en el rostro.
La vida de Javier evidencia que la naturaleza es muchas veces el mejor medio para experimentar la vida a pleno: “Para mí, la manera de estar y sentirse vivo es plantearse desafíos y tratar de conocer al máximo cada rincón de la Tierra.”