Taylor Swift es furor en todo el mundo, pero ahora está en Argentina. Los días 9, 10 y 11 de noviembre se está presentando en el estadio de River, Mas Monumental. Las “swifties” no solo celebran las canciones de la cantante, sino también su defensa a la democracia y sus dichos sobre el feminismo. Sin embargo, no todo es festejo: en 2022 la estadounidense de 33 años fue señalada por un estudio como la artista más contaminante del planeta, debido a sus viajes en sus dos jets privados.
Swift encabezó el ránking de los diez “criminales climáticos”. Según la agencia Yard, hizo 170 viajes en su jet privado el año pasado y generó unas 800 toneladas de dióxido de carbono. No obstante, sus representantes la defendieron: aseguraron que Taylor suele prestar su jet, por lo que es incorrecto atribuirle todos los viajes.
Para los shows del ”Eras Tour” en Buenos Aires, la cantante llegó en uno de sus dos aviones privados. Aterrizó el miércoles 8 de este, alrededor de las 12.30, en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires. Viajó a bordo de su jet privado, modelo Dassault 7X, que usa para recorrer largas distancias y cuenta con capacidad para 16 personas.
Taylor Swift y su plan ambientalista
“The Eras Tour” es el nombre de la gira está realizado la artista. Este recorrido empezó el 17 de marzo de 2023 en Glendale, Arizona, y tiene prevista terminar el 8 de diciembre de 2024 en Vancouver, Canadá. Es la sexta gira de conciertos de la cantante y compositora.
La gira la llevará a recorrer América Latina y Europa y se proyecta que sea la más taquillera de la historia. Sin embargo, el impacto ambiental provocado por los desplazamientos del material y el equipo son altísimos. No son solamente los vuelos de la artista, sino también la logística que implica trasladar tráilers y movilizar a su equipo de más de 100 personas.
Es por esto que Taylor Swift decidió tomar medidas al respecto para compensar su huella de carbono. ¿Cuáles? Compró bonos de carbono, para contrarrestar los efectos negativos de sus actividades. La artista compró el doble de bonos de carbono necesarios para compensar la contaminación de su gira “Eras Tour”.
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Estos bonos son créditos (dinero invertido) que se destinan a proyectos que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), como la reforestación y la restauración ambiental.
Así, la artista busca reducir los impactos del cambio climático a través de iniciativas como la captura de emisiones o la regeneración de bosques y entornos naturales afectados por la actividad humana.
Shows responsables: de Taylor a Coldplay
En los últimos tiempos, una serie de shows que tuvieron amplia repercusión no solo por la calidad artística sino también por su compromiso ambiental para afrontar las consecuencias del cambio climático, fueron los de Coldplay.
En noviembre de 2019, el líder de esta banda, Chris Martin, dijo que no darían más conciertos por el impacto socioambiental que generaba. Sin embargo, tuvo otra idea y cambió de opinión. El 14 de octubre de 2021, anunció su séptima gira mundial, “Music of the Spheres Tour”, que marcó el regreso del grupo luego de la pandemia con una novedad: sería lo más sostenible posible.
Su principal objetivo fue reducir un 50% las emisiones de GEI con respecto a sus giras anteriores. Además, como ya venían haciendo hace años, donaron el 10% de sus ingresos a organizaciones ambientalistas y humanitarias.
También, se comprometieron a plantar un árbol por cada ticket vendido. Para reducir los efectos de la logística, minimizaron los vuelos privados y toda la banda junto a la producción se trasladaron en aviones comerciales. Por otro lado, en el armado del escenario priorizaron estructuras de bambú y otros recursos renovables. Las pulseras LED para los espectadores ahora fueron reutilizables, es decir, el público tuvo que devolverlas, y el papel picado que se lanzaba al aire era biodegradable.
Para sus shows utilizaron energía renovable: con baterías BMW i3s, que se recargaban, en una porción, con energía generada por el público mediante pisos cinéticos y bicicletas eléctricas. Durante los espectáculos, dieron agua potable gratuita para que todos pudieran recargar sus botellas reutilizables. Todo su merchandising fue 100% libre de plástico.
Además de sustentable, la gira fue inclusiva, porque en los shows hubo intérpretes de lengua de señas. La banda británica también fomentó a que los espectadores fueran al recital en bicicleta o transporte público: los viajes hasta el predio representan alrededor de un 33% de la contaminación. Hasta ahora, ninguna banda igualó a Coldplay con estas iniciativas.