En un contexto global marcado por la crisis climática y la necesidad de reducir emisiones de gases de efecto invernadero, los biocombustibles se posicionan como una alternativa estratégica a los combustibles fósiles. Producidos a partir de materia orgánica renovable, no solo contribuyen a diversificar la matriz energética, sino que también impulsan economías regionales.
Tipos y origen
Los biocombustibles se obtienen de cultivos agrícolas, aceites vegetales, grasas animales y residuos orgánicos. Según su origen y proceso de elaboración, pueden clasificarse en:
-
Bioetanol: se produce principalmente a partir de caña de azúcar, maíz o sorgo. Su uso más común es como aditivo en las naftas para elevar el octanaje y reducir emisiones contaminantes.
-
Biodiésel: elaborado a partir de aceites vegetales —como soja, colza o girasol— o grasas animales, mediante un proceso químico denominado transesterificación.
-
Biogás: generado por la descomposición anaeróbica de residuos orgánicos, estiércol o restos de cultivos, y utilizado para producir electricidad, calor o como combustible vehicular.
Estos combustibles se consideran renovables porque las materias primas de las que provienen pueden reponerse de forma continua, a diferencia del petróleo o el gas natural.
¿Qué es el biodiésel?
El biodiésel es un combustible renovable que puede utilizarse en motores diésel convencionales, puro o mezclado con gasoil en diferentes proporciones. Se obtiene al reaccionar aceites o grasas con un alcohol, generalmente metanol, en presencia de un catalizador. El resultado es un líquido similar al gasoil, pero con menores emisiones netas de dióxido de carbono.
La ASTM (American Society for Testing and Materials) define el Biodiesel como “el éster monoalquílico de cadena larga de ácidos grasos derivados de recursos renovables, como por ejemplo aceites vegetales o grasas animales, para utilizarlos en motores Diesel”.
En Argentina, el biodiésel se produce mayormente a partir de aceite de soja, lo que lo vincula estrechamente con el complejo agroindustrial. El país es uno de los principales exportadores mundiales de este biocombustible.
Características y ventajas de los biocombustibles
-
Menor huella de carbono: según estudios, reduce hasta un 80 % las emisiones netas de CO₂ respecto a los combustibles fósiles.
-
Biodegradable: en caso de derrame, su impacto ambiental es significativamente menor.
-
Compatibilidad: puede usarse en motores diésel sin modificaciones importantes.
-
Desarrollo regional: fomenta la industrialización de la producción agrícola y genera empleo local.
Argentina cuenta con una amplia capacidad industrial para la producción de biocombustibles, concentrada principalmente en la región pampeana. Desde 2010, existe un régimen que establece cortes obligatorios con combustibles fósiles: 12% de bioetanol en naftas y 7,5 % de biodiésel en gasoil (porcentajes que han tenido variaciones según la coyuntura económica y productiva).
Además de abastecer el mercado interno, el país es un jugador clave en la exportación de biodiésel, con la Unión Europea y Estados Unidos como principales destinos, aunque con desafíos recurrentes vinculados a aranceles y regulaciones comerciales.
Un marco regulatorio complejo
La industria nacional de biocombustibles está regulada por la Ley 27.640 que establece el Marco Regulatorio de Biocombustibles en Argentina. Define los porcentajes mínimos obligatorios de mezcla de biodiésel en el gasoil y de bioetanol en las naftas, regula la participación de las empresas productoras —con cupos diferenciados para pymes y grandes compañías— y otorga a la Secretaría de Energía la potestad de fijar precios y volúmenes de abastecimiento. Su objetivo es promover la producción nacional de biocombustibles, reducir emisiones y diversificar la matriz energética, garantizando previsibilidad a las inversiones del sector.
Sin embargo, el sector enfrenta un desafío institucional crítico: el incumplimiento persistente de la ley en vigor. Durante los últimos 12 meses, la Secretaría de Energía estableció precios para el biodiésel destinados a la mezcla obligatoria por debajo de los costos de producción, violando tanto la normativa vigente.
Este desfasaje implicó una especie de subvención encubierta a favor de las petroleras, estimada en causales económicos que superan los 67 millones de dólares acumulados entre julio de 2024 y abril de 2025.
Según reclaman entidades como CASFER, el valor establecido permaneció por debajo del que fija la metodología legal, provocando un impacto profundo en el sector que va desde el quebranto directo a la falta de rentabilidad . En tal sentido, las cámaras advierten que podría derivar en cierre de plantas, suspensión de personal y desabastecimiento de biodiésel en estaciones de servicio.
La situación se agrava con decisiones como la reducción de retenciones al aceite de soja, materia prima clave, lo que elevó aún más sus costos
Desafíos y perspectivas
Si bien los biocombustibles ofrecen ventajas ambientales y económicas, su desarrollo enfrenta debates sobre el uso de suelos agrícolas, la competencia con la producción de alimentos y la necesidad de avanzar hacia materias primas de segunda generación, que aprovechen residuos y desechos en lugar de cultivos destinados al consumo humano.
La transición energética global, junto con los compromisos de descarbonización, sugiere que los biocombustibles seguirán siendo parte del mix energético argentino. El desafío será consolidar un modelo que maximice sus beneficios y minimice sus impactos.