¿Podemos tener un verano sin descartables? O al menos, un verano distinto.
Cada verano repetimos el mismo ritual: armamos el bolso, elegimos destino, buscamos descanso. Y sin darnos cuenta, también reproducimos otro hábito mucho menos deseable: consumir y descartar. Vasos, botellas, cubiertos, sorbetes. Usar unos minutos, tirar, seguir. En destinos turísticos, esta lógica se multiplica de forma brutal.
La pregunta no es si el turismo genera impacto (eso ya lo sabemos) sino si estamos dispuestos a imaginar una experiencia turística que no deje una huella de residuos detrás. ¿Podemos disfrutar sin descartar? ¿Podemos ser parte de la solución sin resignar comodidad?
El problema que nadie quiere ver en vacaciones
Según datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo, y una parte significativa está pensada para un solo uso. En temporada alta, los destinos turísticos concentran consumo, residuos y presión sobre sistemas de gestión que muchas veces no dan abasto.
Playas más sucias, rellenos sanitarios colapsados, residuos que terminan en ríos y mares. Vacacionamos en paisajes que amamos, pero los degradamos sin querer.
Y acá aparece una contradicción incómoda: buscamos naturaleza, pero sostenemos prácticas que la destruyen.
Cuido Mi Destino: cuando el turismo se vuelve corresponsable
Desde Qero Ecovasos impulsamos Cuido Mi Destino, una campaña que busca algo muy simple y muy profundo a la vez: reemplazar los vasos descartables por ecovasos en los principales destinos turísticos del país y generar un cambio cultural.
Trabajamos con municipios, eventos, marcas y empresas, pero este verano quisimos dar un paso más: interpelar directamente a los turistas y sumar a todos los actores de la temporada alta.
Porque entendemos que el cambio real no sucede si recae en un solo eslabón. Municipios, comercios, eventos, marcas, empresas y turistas tenemos un rol que cumplir, cada uno desde su lugar. Por eso celebramos que municipios como Mar del Plata y Pinamar se hayan sumado como aliados de Cuido Mi Destino, entendiendo que cuidar las playas y los entornos naturales requiere decisiones compartidas, propuestas concretas y acompañamiento a proyectos que buscan reducir residuos desde el origen.
En paralelo, trabajamos con balnearios, comercios, bares y eventos que durante el verano eligen usar ecovasos como parte de su operación cotidiana. Para visibilizar ese esfuerzo colectivo, creamos un mapa de comercios aliados y una agenda de eventos que este verano funcionan con ecovasos, de modo que quienes visitan estos destinos puedan también elegir dónde consumir y participar en función de cómo cuidan el lugar que los recibe.
Así, el turismo deja de ser solo consumo y pasa a ser corresponsabilidad. Porque cuando todos los actores se involucran, el impacto se multiplica.
Un gesto pequeño también es militancia ambiental
No todos podemos cambiar leyes, ni diseñar políticas públicas. Pero todos podemos tomar decisiones cotidianas:
- Elegir reutilizables.
- Preguntar qué hacen con los residuos.
- Valorar a quienes proponen alternativas.
- Visibilizar las buenas prácticas.
En un contexto donde la crisis climática avanza más rápido de lo esperado, dejar de usar descartables no es un gesto menor. Es una señal.
Una forma de decir: este lugar me importa.
El verano que viene puede ser distinto
No se trata de ser perfectos. Se trata de ser conscientes. De entender que cada elección suma o resta.
Este verano, si te vas de viaje y ves un ecovaso en un bar, en un evento, en una playa o en una fiesta, usalo, cuidalo y compartilo. Contá la experiencia. Mostrá que otra forma de disfrutar es posible.
Porque cuidar el destino no es solo tarea de quienes viven ahí. También es responsabilidad de quienes lo eligen para descansar.
* Agustina Legasa es economista, comunicadora y concientizadora socioambiental. Conductora de Ambiente y Medio (América TV) y Gerente de Sostenibilidad en Qero Ecovasos. Especialista en economía circular y gestión de residuos.
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