BGP Prospector es el nombre del buque sísmico de la empresa petrolera noruega Equinor que ya se encuentra en aguas argentinas y encendió todas las alarmas para los activistas y expertos en fauna marina. Es que para determinar en qué partes hay petróleo y gas en el subsuelo marino, antes de iniciar con las perforaciones y las consiguientes extracciones de hidrocarburos, este buque tiene que, literalmente, bombardear el suelo marino. Así, los estruendos afectan atrozmente a los animales marinos poniendo en peligro su vida.
El barco está al norte del talud continental del Mar Argentino para la prospección sísmica, según informó la organización Greenpeace ante la consulta de elDiarioAR. Se encuentra desde el 9 de octubre pasado, tras la obtención de la autorización para iniciar los bombardeos acústicos en tres bloques marítimos, ubicados a unos 300 km de la costa de Mar del Plata.
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Equipado con cañones de aire comprimido, crea ruidos a través de explosiones (entre 240 y 260 db) que provocan impactos en más de 300 000 kilómetros cuadrados, lo que equivale a la superficie de la provincia de Buenos Aires. “Las campañas sísmicas duran meses al menos tres o cuatro meses y los disparos se realizan cada 10 segundos, constantemente, todos los días. Por eso decimos que son tan nocivos. Porque es constante, el sonido se compara al ruido que genera el despegue de un transbordador espacial. Es realmente invasivo, es una guerra”, dijo a Carbono.News, Luisina Vueso de Greenpeace, especializada en océanos.
Hay una enorme biodiversidad en esta zona: delfines, peces, invertebrados, tortugas, mamíferos como la ballena franca austral —Monumento Natural de Argentina—, entre otros. Y ellos se verían afectados por los bombardeos acústicos porque “utilizan su sentido principal, que es el oído, para ubicarse, para determinar dónde están sus presas, adónde ir”, explicó Vueso.
El barco está navegando a la altura de la ciudad de Viedma (Río Negro), Pedro Luro (Buenos Aires), Montevideo y Punta del Este (Uruguay). El investigador de la campaña Océanos de Greenpeace, Hernán Pérez Orsi, dijo a elDiarioAR: “El área navegada por el buque de Equinor se corresponde con el bloque 108, el que la empresa noruega opera en soledad; y otra parte, se corresponde con el bloque 100, que es el que opera Equinor en sociedad con YPF y Shell”.
Y explicó: “Lo que está haciendo el barco ahora es básicamente la operación de crear el impulso con aire comprimido y generar así la explosión que va a viajar al fondo marino. Esa vibración genera un pequeño sismo, que emite un eco, que rebota y es captado por los micrófonos que llevan los buques en su remolque. Así, obtienen un mapa tridimensional del fondo marino y esa información permite calcular dónde se encontrarían las reservas submarinas de gas y petróleo. Actualmente, el barco se concentra en un área específica y va haciendo una especie de óvalo, pasando nuevamente por donde hizo relevamiento los últimos días, sumando más imágenes, para obtener datos mucho más contundentes”.