Lo que el ser humano hace en la tierra, repercute también en los ecosistemas marinos. Un estudio científico hizo un hallazgo preocupante: encontró ibuprofeno en organismos de delfines y calderones.
Se trata de un informe de la Universidad de Murcia que reveló la existencia de fármacos en la vida marina. Según señala, los medicamentos llegan a los organismos de estos animales a través de las aguas residuales, la ganadería intensiva y el cultivo acuático.
Los resultados preliminares son alarmantes: entre los medicamentos, se destaca la cantidad de ibuprofeno detectado, ya que está presente en más del 50% de los cetáceos estudiados. El diclofenac y la azitromicina, son otros de los más reconocidos.
Estiman que esto sucede porque las plantas de tratamiento de aguas residuales no siempre son capaces de eliminar completamente el ibuprofeno y otros medicamentos. Por eso, los productos químicos pueden llegar a ríos, mares e incluso a los océanos, donde son ingeridos por los animales.
La exposición a los fármacos por parte de los delfines y calderones puede repercutir negativamente en su salud. Además, la llegada de estos residuos de medicamentos al mar alteran también el comportamiento y la reproducción de los peces, así como el sistema hormonal de mamíferos como las ballenas, entre otras consecuencias.