El calentamiento global producto del cambio climático está aumentando considerablemente las temperaturas del planeta. Dentro de las devastadoras consecuencias, una de ellas es el deshielo del permafrost. Científicos advirtieron que se han descongelado “virus zombies” que podrían ser una amenaza para la salud.
En un estudio publicado en la revista Viruses, investigadores señalaron que el calentamiento global está derritiendo el permafrost —una capa de suelo bajo la tierra congelada durante miles de años— y esto libera materia orgánica congelada. Anteriormente, en EcoNews te contamos de la importancia del permafrost y por qué deberíamos preocuparnos por su deshielo.
Parte de la materia orgánica congelada tiene microbios celulares revividos. Estos pueden ser virus que han permanecido latentes durante millones de años. Los autores alertaron que estos organismos representan una preocupación para la salud pública por la posible aparición de “virus zombies”.
Los virus antiguos permanecieron en criptobiosis, es decir, un estado temporal en el que la actividad metabólica del organismo es indetectable. Los investigadores estiman que los virus podrían haber estado congelados en el permafrost profundo durante más de 48 500 años.
Los “virus zombie” siguen infectando
Al analizar las cepas de virus antiguos, los investigadores tomaron 7 muestras distintas de virus del permafrost de Siberia. Estos virus lograron infectar la ameba Acanthamoeba spp. Se eligió ese organismo como huésped para evitar riesgos para cultivos, animales o humanos.
Los científicos concluyeron que es posible que los “virus zombie” sigan siendo infecciosos luego de ser descongelados. Esto significa un gran riesgo en términos de salud pública si el calentamiento global continúa derritiendo el permafrost.
Sin embargo, el estudio manifiesta que no es posible decir cuánto tiempo los virus siguen siendo infecciosos una vez expuestos a las condiciones exteriores, como el oxígeno, el calor y la luz ultravioleta. Además, tampoco saben qué probabilidades tienen de encontrar e infectar a un huésped en este intervalo de tiempo.