Los animales sufren en primera persona contaminación por plásticos. Por año se producen 400 millones de toneladas de plástico virgen que se acumulan en los ecosistemas del planeta. En EcoNews te contamos sobre el nuevo descubrimiento: microplásticos en los pingüinos de Magallanes.
En una publicación reciente, investigadores del CONICET, junto con el Instituto Argentino de Oceanografía y el Centro de Química Inorgánica “Pedro J. Aymonino” (CEQUINOR), reportaron la primera evidencia de contaminación por microplásticos en pingüinos de Magallanes.
¿Cómo fue el descubrimiento de microplásticos en los pingüinos?
“Las aves son buenos bioindicadores porque son oportunistas y se alimentan de todo lo que flota en el agua”, explicó Tatiana Recabarren Villalón, una de las autoras del trabajo, a CONICET Noticias. “Pero el pingüino de Magallanes es más selectivo, elige y caza a sus presas, especialmente peces, lo que nos hacía pensar que los niveles de plásticos en su interior no iban a ser muy altos”.
“Todos los años, estos pingüinos migran desde el sur hacia Brasil. En ese trayecto, muchos –sobre todo los juveniles– se enferman y llegan en grave estado de salud o muertos a las playas”, continuó Recabarren Villalón. “Nosotros tomamos ejemplares de pingüinos que murieron durante su rehabilitación después de quedar varados en la costa para analizar su tracto digestivo y hallar el rastro de ingesta de plásticos y partículas plásticas”.
Al estudiar el tracto digestivo completo del animal se dio el terrible descubrimiento. Los científicos separaron toda la materia orgánica encontrada en el pingüino y clasificaron los microplásticos según tamaño, tipo y color.
Es fundamental analizar las muestras para determinar el material polimérico de origen plástico. Esto puede dar indicios tanto del origen como del foco de contaminación. Además, así se puede investigar las posibles consecuencias para la salud del animal.
Los resultados de las muestras: desechos plásticos y textiles
Los resultados de las muestras fueron alarmantes: el 91% de los desechos eran micropartículas, el 97% de las cuales eran fibras procedentes de la actividad humana. Esto demuestra la gran contaminación que hay en los océanos producto de la desidia humana y del mal manejo de los residuos.
Además, el análisis arrojó que más del 62% del total de las partículas eran de origen plástico, en su mayoría, polipropileno y poliéster. También se encontraron fibras celulósicas semisintéticas, partículas metálicas y pigmentos utilizados en las industrias textiles y plásticas.
“Este estudio nos permite postular a este pingüino como un buen bioindicador de lo que está pasando en el agua, del status de los niveles de contaminación que tiene. La evidencia nos dice que la principal fuente de esta contaminación es el ser humano, ya sea a través de las aguas residuales urbanas o la actividad pesquera”, explicó Andrés Arias, uno de los autores del estudio, a CONICET Noticias.
La ingesta del plástico fue sin querer
Según explicó Recabarren Villalón, las aves se suelen alimentar de todo lo que flota en el océano. Sin embargo, el pingüino de Magallanes no es así, sino que es selectivo en su dieta. Haber encontrado microplásticos en su tracto digestivo, significa que su ingesta fue indirecta, es decir, sin intención de hacerlo.
“Si bien no tenemos una comprobación directa, muy probablemente lo que encontramos sea portado por sus presas, es decir que ellos están comiendo peces que a su vez ya habían comido antes estos plásticos”, explicó Arias.