La sostenibilidad es un pilar clave para Audi y la compañía demostró que se toma muy en serio su misión de mitigar los efectos climáticos con sus producciones libres de emisiones de carbono. Es por eso que ya trabaja en el desarrollo de una gama 100% eléctrica con el fin de discontinuar los motores de combustión interna de cara al 2035.
Más allá de esta iniciativa, Audi aspira a lograr la neutralidad de carbono en todas sus plantas y a nivel global, para 2025. Con este objetivo y desde principios de este año, el complejo industrial de Ingolstadt, en Alemania, fue declarado libre de emisiones de CO2.
Alineada con su propósito, la factoría sede de la firma automotriz se convirtió en la tercera de la marca que produce con cero emisiones netas luego de la de Bruselas (Bélgica, 2018) y Györ (Hungría, 2020). Las medidas de este programa ambiental van más allá de la descarbonización y competen áreas clave de la actividad del uso del agua, la eficiencia de los recursos y protección y preservación de la biodiversidad.
La visión de Audi a largo plazo es generar una economía circular en la que recursos como los plásticos, el agua y otras materias primas se utilicen en ciclos cerrados. Particularmente en Ingolstadt, por ejemplo, desde 2019 la empresa opera un centro de suministro de agua de proceso con un biorreactor de membrana para utilizar el agua de manera más eficiente.
Por otro lado, en este 2024, Audi se convirtió en el primer fabricante de automóviles de lujo en unirse a la Alliance for Water Stewardship (AWS). Con este hito, la compañía busca reducir a la mitad el consumo de agua ponderado ecológicamente en sus plantas de producción a nivel global de cara al 2035.
Para lograr todos sus objetivos, la marca se basa en cuatro pilares:
- Aumento de la eficiencia energética
- Producción de energía renovable in situ
- Compra de energía renovable
- Compensación de aquellas emisiones de carbono que actualmente son inevitables