SWG3 es un boliche en Glasgow, en Escocia, en el que usan el calor y sudor de las personas como energía térmica. Y no, ¡no huele!
La startup que desarrolló esta tecnología se llama BodyHeat y tiene como objetivo cumplir con las metas de emisiones Net Zero.
En el boliche, el calor puede usarse inmediatamente para enfriar el aire del público, o bien guardarse bajo tierra para calefaccionar el edificio.
Para esto, hay máquinas de aire en el techo que colectan el calor del público.
Después, ese calor es enviado desde el techo a 17 pozos a 200 metros bajo tierra, para que las rocas lo absorban y así enfrían el club. Durante el día, cuando cierran los boliches y abren las oficinas, se puede bombear el calor desde los pozos para calentar el edificio.
Con esta tecnología, el club ha disminuido sus emisiones en toneladas de CO2. Con sus 9 salones para fiestas y eventos, SWG3 se comprometió a llegar al 2025 siendo carbono neutral.
En reposo, cada persona genera alrededor de 100 Watts de energía. En un día, podríamos mantener prendido un televisor LCD por 30 horas.
¿Te imaginas toda la que se produce en un boliche lleno de gente bailando?