El Gobierno de Brasil está acelerando los preparativos para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará en noviembre de 2025 en Belém, estado de Pará. Con una inversión superior a los 5.000 millones de reales, el país busca garantizar una infraestructura adecuada para recibir a los 60.000 delegados previstos y consolidar su liderazgo en la agenda ambiental global.
El ministro de la Casa Civil, Rui Costa, recibió el pasado 5 de febrero en Brasilia al secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), Simon Stiell, para detallar los avances en la planificación del evento. Durante el encuentro, Costa destacó la inversión federal de 4.700 millones de reales en infraestructura, además de los recursos municipales y estatales destinados a transformar Belém en una ciudad lista para albergar la cumbre climática. “Es un gran esfuerzo que igualará el poder simbólico de celebrar una COP en la Amazonia”, afirmó el ministro.
¿Cómo alojar a más de 50 mil visitantes?
En cuanto a la logística, el Gobierno también está enfocando sus esfuerzos en la capacidad de alojamiento. La ciudad dispone actualmente de aproximadamente 20.000 camas de hotel, insuficientes para los 50.000 visitantes esperados. Ante esta situación, se han propuesto soluciones como la construcción de nuevos hoteles, la adaptación de escuelas y la utilización de plataformas como Airbnb. Además, se baraja la posibilidad de atracar dos grandes cruceros en un puerto cercano para incrementar la oferta de hospedaje.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha defendido con firmeza la elección de Belém como sede de la COP30, a pesar de las críticas y los desafíos logísticos. En un acto público, Lula enfatizó que el mundo entero habla de la Amazonia y que los líderes internacionales deben conocer de cerca los desafíos de la región. “No quiero disfrazar la ciudad ni sacar a los pobres de la calle. Quiero que vean Belém tal como es”, expresó. Además, en tono jocoso, se refirió a la escasez hotelera: “Si no hay hoteles de cinco estrellas, que duerman en uno de cuatro; si no hay de cuatro, que duerman en uno de tres; y si no hay de tres, que duerman mirando el cielo, que es maravilloso”.
El compromiso del Gobierno con la COP30 también incluye mejoras en la infraestructura aeroportuaria del estado de Pará. Se han destinado más de 1.000 millones de reales para la ampliación de los aeropuertos de Santarém, Marabá, Carajás y Altamira. Según el Ministerio de Puertos y Aeropuertos, estas obras son esenciales para garantizar la llegada y salida eficiente de los participantes y para fomentar el desarrollo económico de la región a largo plazo.
Belém se prepara para la COP30
Durante su reciente visita a Belém, Lula inspeccionó las obras del Parque de la Ciudad, que se convertirá en el principal escenario del evento. Con 500.000 metros cuadrados de área para eventos y 50 hectáreas de zonas verdes, el parque estará diseñado para recibir delegaciones de 193 países. Actualmente, el proyecto tiene un 74% de avance y ha recibido una inversión de 980 millones de reales.
El Gobierno también ha decretado vacaciones escolares y ha implementado el trabajo remoto en diversas instituciones para reducir el tráfico y facilitar la movilidad durante la COP30. Además, la Casa Civil está coordinando estrategias para garantizar la seguridad de los jefes de Estado y delegaciones, incluyendo la posibilidad de adelantar la cumbre de líderes.
La celebración de la COP30 en la Amazonia tiene un fuerte simbolismo, ya que Brasil busca consolidarse como un actor clave en la agenda ambiental global. Sin embargo, el presidente Lula ha expresado su escepticismo sobre la voluntad de los países ricos para financiar iniciativas de conservación. “La cuenta ahora es de un billón de dólares, pero no nos lo van a dar, porque no respetaron el Protocolo de Kioto y EE.UU. salió del Acuerdo de París”, criticó.
Con las obras en marcha y la promesa de una cumbre histórica, Brasil apuesta por dejar una marca en la lucha contra el cambio climático y demostrar su capacidad de organizar un evento de esta magnitud en el corazón de la Amazonia. La COP30 no solo será una oportunidad para el diálogo global, sino también para visibilizar la realidad de la selva tropical y la urgencia de su preservación.
Fuentes: