Las playas paradisíacas, con su arena blanca y aguas cristalinas, son un destino soñado por muchos. Sin embargo, un nuevo y desagradable contaminante está amenazando estos lugares idílicos: la caca humana.
Un estudio reciente de la Universidad de Stanford reveló que la cantidad de bacterias fecales en las playas de todo el mundo ha aumentado considerablemente en los últimos años. Esta contaminación se debe principalmente a la descarga de aguas residuales sin tratar al mar, así como a la falta de infraestructuras de saneamiento en zonas costeras con alta densidad de población.
Las consecuencias de la contaminación por caca humana en las playas son variadas. En primer lugar, representa un riesgo para la salud pública. Las bacterias fecales pueden causar enfermedades gastrointestinales, respiratorias y dermatológicas a los bañistas.
En segundo lugar, la contaminación por caca humana afecta al ecosistema marino. Las bacterias fecales pueden consumir el oxígeno del agua, lo que puede provocar la muerte de peces y otros organismos marinos. Además, la caca humana puede contribuir a la eutrofización, un fenómeno que se produce cuando hay un exceso de nutrientes en el agua, lo que puede provocar la proliferación de algas nocivas.
“Tener contaminación fecal nunca es bueno, pero cuando es humana es peor”, advirtió el doctor Rodrigo González Saldía, académico del Departamento de Oceanografía de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la Universidad de Concepción (UdeC) en el sitio web de la institución.
Según profundizó el experto en la web oficial, “estamos metiendo una gran cantidad de nutrientes al mar y eutrofizándolo, porque ingresa más de lo que puede reciclar. Eso no solo por las heces humanas, pero pensando en estas tiene que ver con que contienen patógenos y otras sustancias, sobre lo que añade como ejemplo que por los tratamientos antibióticos se están generando bacterias resistentes a estas que se eliminan al defeca”. Finalmente, González Saldía subrayó: “Se ha demostrado que las bacterias multirresistentes cambian las tasas de remineralización de la materia orgánica del océano
Para afrontar este problema, es necesario tomar medidas urgentes. En primer lugar, es fundamental mejorar las infraestructuras de saneamiento en las zonas costeras para evitar la descarga de aguas residuales sin tratar al mar.
“Es fundamental tomar medidas inmediatas para mejorar las infraestructuras de saneamiento y educar a la población sobre la importancia de no tirar basura en las playas”, agregó el Dr. Pedro Álvarez, experto en salud ambiental.
Alineado a dicha realidad, el académico de la UdeC viene desarrollando el “Método de trazabilidad de la contaminación fecal humana en sistemas acuáticos”, un test molecular que permite identificar ADN mitocondrial humano en coliformes fecales (grupo de bacterias).
En segundo lugar, es necesario educar a la población sobre la importancia de no tirar basura en las playas, incluyendo las heces fecales.
Además de las medidas mencionadas anteriormente, también se pueden implementar otras soluciones, como:
La medición de la contaminación por caca humana en playas puede variar según el estudio, la metodología y el período de análisis. No obstante, en México, se pueden mencionar entre las más contaminadas a Playa Suave, Acapulco, Guerrero (supera hasta 40 veces el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud), Playa Hornos, Acapulco, Guerrero; Playa Puerto Angelito, Puerto Escondido, Oaxaca y Playa Antón Lizardo, Veracruz. Esta última ha sido señalada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) por su alta contaminación fecal.
En Latinoamérica, Punta Carretas de Montevideo (Uruguay) fue clausurada temporalmente debido a la presencia de coliformes fecales. Playa El Murciélago, en Manta (Ecuador), ha presentado altos niveles de contaminación por Escherichia coli (E. coli), y Playa Waikiki de Honolulu (Hawái) también se ha visto afectada por esta problemática creciente.
Más lejos, en Oriente, la Playa Kuta, en Bali (Indonesia) se ha posicionado como una de las playas más contaminadas del mundo. La misma suerte corre Bahía de Manila (Filipinas) que, a diario, recibe grandes cantidades de aguas residuales sin tratar, lo que la convierte en un foco de contaminación fecal.
La protección de las playas paradisíacas es una responsabilidad de todos. Si no tomamos medidas ahora, corremos el riesgo de perder estos lugares idílicos para siempre.
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