El Gobierno ruso ha dado un paso firme en la protección de la fauna silvestre al ampliar drásticamente la lista de especies que los ciudadanos no podrán tener como animales de compañía. A partir del 1 de septiembre de 2025, quedará prohibido tener en hogares privados a osos, lobos, hipopótamos, zorros, grandes felinos como leones y tigres, e incluso animales exóticos como avestruces, cocodrilos y serpientes venenosas. La medida, que estará vigente hasta 2031, busca frenar el tráfico ilegal de especies y proteger tanto a los animales como a la población.
Una lista exhaustiva para evitar el maltrato y el riesgo
La nueva disposición, publicada recientemente, incluye una amplia gama de animales inadecuados para la vida doméstica. Entre ellos figuran:
- Mamíferos grandes: elefantes, rinocerontes, hienas.
- Reptiles y anfibios: pitones de más de cuatro metros, cocodrilos, serpientes venenosas.
- Aves rapaces y exóticas: búhos, halcones, pelícanos, pingüinos.
- Especies marinas: tiburones.
La medida no afectará a los animales que ya se encuentren en zoológicos, circos, oceanarios o delfinarios, siempre y cuando estas instituciones cuenten con los permisos correspondientes. Sin embargo, para los ciudadanos comunes, la tenencia de estas especies será considerada ilegal y podría acarrear multas y sanciones penales.
La exención que se aplica a zoológicos, circos y otros establecimientos autorizados ha generado controversia. Críticos argumentan que muchos de estos lugares también mantienen a los animales en condiciones cuestionables. Sin embargo, las autoridades rusas han defendido la decisión, señalando que estas instituciones están sujetas a regulaciones más estrictas que los particulares.
El problema del tráfico ilegal y la moda de las mascotas exóticas
En los últimos años, Rusia ha visto un aumento en la popularidad de tener animales salvajes como animales de compañía, una tendencia impulsada en parte por las redes sociales, donde influencers y celebridades muestran especies exóticas en sus hogares. Sin embargo, esta moda ha tenido consecuencias graves: muchos animales mueren debido a condiciones inadecuadas de cuidado, mientras que otros representan un peligro para sus dueños y vecinos.
Según datos de organizaciones ambientalistas, el comercio ilegal de especies exóticas mueve millones de dólares al año en Rusia, siendo los cachorros de tigre, los primates pequeños y las aves rapaces algunos de los más demandados. Muchos de estos animales son capturados de manera brutal o criados en condiciones deplorables, solo para terminar en apartamentos donde no reciben los cuidados necesarios.
*Fuente: efeverde.com