El cambio climático podría hacer que las religiones modifiquen parte de sus tradiciones y cultos contaminantes. En un acto en España encabezado por la fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), se presentó un informe que recoge las distintas oportunidades que tienen las religiones para tomar medidas a favor del bienestar ambiental.
Rogelio Fernández-Reyes, autor del informe publicado por ECODES, manifestó que si bien el cambio climático no se percibe como un problema central en las comunidades religiosas, sí hay un incremento de delegaciones dedicadas a la ecología. El investigador cree que esto es así gracias a la encíclica Laudato si’ del Papa Francisco en la que expresó su preocupación por las causas climáticas.
La investigación identificó una serie de valores y narrativas similares en todas las cosmovisiones estudiadas: la referencia a una creación divina que hay que cuidar y la dependencia del individuo frente a la comunidad. El académico cree que estos valores comunes de las religiones favorecen la toma de medidas a favor del cuidado del ambiente.
Budismo, catolicismo e hinduismo unidos en el mismo debate
La representante de España de la organización de practicantes laicos del budismo de Nichiren Daishonin, Simona Perfetti cree que los cambios individuales que tome la ciudadanía, serán la palanca para los cambios colectivos.
La representante del budismo insistió que los espacios ofrecidos por las comunidades religiosas son un punto de partida para las transformaciones sociales y la toma de decisiones sobre el cambio climático.
El sacerdote hindú y presidente de la Federación Hindú de España, Juan Carlos Ramchandani, hizo hincapié en el papel de los guías espirituales: “Hay personas que a lo mejor hacen más caso a los sacerdotes, imanes, rabinos, etc., que a los científicos”.
El representante de la comisión Diocesana de Ecología Integral, Carlos Jesús Delgado, por su parte hizo un llamamiento a repensar el modelo consumista de la sociedad, en especial en los países más desarrollados. Para el católico, es necesario “modificar la industria que daña el ecosistema”.
¿Qué medidas ecológicas están tomando los representantes religiosos?
El informe recogió medidas e iniciativas que están llevando a cabo las distintas comunidades religiosas —budista, católica, evangélica, hinduista, islámica, judía y ortodoxa— para mitigar el cambio climático. Estas son algunas de las mencionadas por la investigación:
- Se replantean actividades presenciales con el fin de reducir los viajes a lo estrictamente necesario.
- Se está analizando la posibilidad de cambiar las instalaciones de los espacios e incluir placas solares.
- Se promueve las dietas veganas y vegetarianas en la población.
- Se trata que las celebraciones religiosas sean lo más ecológicas posible, en las cuales las flores y alimentos no se tiren al río como se hace tradicionalmente, sino que se entreguen una parte a los feligreses y otra a los más necesitados. También se pide que se usen platos y vasos biodegradables, así como bandejas que luego son lavadas.
- Se llevan a cabo actividades de concientización como ponencias, charlas y talleres.
La encíclica ambiental del Papa Francisco
En la encíclica Laudato si‘, el Papa Francisco, la mayor autoridad de la iglesia católica, expresa su preocupación por el estado del planeta y el bienestar de la vegetación y los animales.
El impacto negativo en el mundo tiene un denominador común: el humano. “Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes”, dice la encíclica del Papa Francisco.
“Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22)”, continúa la carta de la máxima autoridad eclesiástica. “Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura”.