De Níger a Francia: la ruta del uranio y su impacto socioambiental

Energía Nuclear EcoNews

Energía nuclear. (Foto: Pixabay/Markus Distelrath)

Níger aumentó el precio del uranio de 0.84 dólares por kilogramo a 214 y Francia empezó a preocuparse. Es que el país europeo cubre dos tercios de su demanda energética gracias a la energía nuclear que funciona por el uranio que extrae del país africano. Sin embargo, este aumento que a priori es significativo, en realidad está equiparado con los costos internacionales, como Canadá que también lo comercializa por un monto similar. La energía nuclear no emite gases de efecto invernadero pero, ¿podemos decir que, al menos en Francia, es limpia?

En 2022, el uranio proveniente de las minas de Níger representó el 20,2% del total importado por Francia. El país africano es uno de los principales productores del uranio a nivel mundial. No obstante, a pesar de tener uranio y otros minerales y recursos naturales, Níger es uno de los países subdesarrollados más pobres del mundo.

Níger fue colonia de Francia y este siempre fue su principal comprador. El uranio fue descubierto en 1957, tres años antes de la independencia de este país. Pero este recurso estratégico siempre fue extraído y gestionado por países desarrollados, como Francia, Canadá y China. 

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A lo largo de su corta historia “soberana”, la inestabilidad fue lo único estable: golpes militares, problemas económicos, pobreza extrema y amenazas de conflictos externos. Es más, recientemente hubo un nuevo golpe de estado y fue esta Junta Militar la que decidió aumentar el precio del uranio. Y no solo eso: cada vez hay más protestas en Níger contra Francia porque aseguran que no pueden aprovechar sus riquezas porque gran parte se la lleva el país europeo. 

Además, este gobierno de facto se muestra cercano a Rusia, otro de los vendedores de uranio a Europa. Entre las restricciones impuestas por la Unión Europea contra el país liderado por Putin, debido a la guerra con Ucrania, no estaba incluido dejar de comprarle el uranio a este país. Con este aumento del uranio en Níger y su descontento generalizado contra Francia, parece aún más lejana la posibilidad de dejar de comprar uranio a Rusia, por parte de la UE.

La megaminería para la extracción de uranio en Níger deja graves impactos socioambientales. También, en Francia está la planta de tratamiento de los desechos nucleares que deja la energía nuclear, en Narbonne. En ese lugar donde se depositan los residuos tóxicos, hay denuncias por contaminación del aire, el agua y los suelos y una alta radiactividad. Y también los vecinos aseguran que hay fallecimientos y enfermedades en la población. 

La necesidad de un planeta que deje de emitir gases de efecto invernadero es urgente, pero suponer que la transición energética es solamente descarbonizar, es una fantasía.

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