En la pintoresca costa del País Vasco francés, donde las olas golpean con ritmo ancestral, Payote ha tejido una historia poco común. No solo crea alpargatas tradicionales de alta calidad, sino que lo hace con un giro innovador y crucial para el futuro del planeta: utilizando residuos marinos reciclados.
Alpargatas hechas con basura marina: La historia detrás del producto
La historia de Payote está arraigada a la costumbre y cultura francesa. Según relata la propia empresa, en el Sur, en verano, se usa habitualmente estas famosas alpargatas. “Verdadero tesoro de nuestro patrimonio, hemos querido celebrar esta sandalia pirenaica apoyando el saber hacer artesanal francés . Desde 2016, trabajamos en colaboración con un pequeño taller ubicado en Mauléon, en el corazón del País Vasco“, comenta la organización en su sitio web.
Considerada la cuna de la alpargata francesa, esta pequeña localidad del suroeste alberga las principales fábricas productoras de este calzado.
El taller familiar funciona desde hace 150 años aplicando técnicas ancestrales. Pero, además, priorizar en la cadena de valor aquellos materiales de calidad que respeten y respondan a valores medioambientales. “Por eso elegimos con el mayor cuidado todo lo que forma parte de la composición de nuestros modelos. ¿Cómo podemos adaptar nuestros productos a las cuestiones medioambientales? Hay que saber romper los códigos optando por nuevos materiales”, añade la compañía.
En este sentido, las alpargatas francesas de Payote integran materiales reciclados para limitar la producción de residuos relacionados con la industria textil. Así, además de algodón reciclado, la organización ha avanzado en la producción de este particular calzado a partir de basura marina traída por barcos de pesca de varios puertos del Mediterráneo español comprometidos con la protección del mar. Este último trabajo lo realiza Seaquel que, en alianza con Payote, fusionan sus objetivos a favor del océano.
¿Cuánta basura generan los barcos de pesca en el mundo?
Las alpargatas de Payote no solo son elegantes y cómodas, sino que también representan un símbolo de la lucha contra la contaminación marina. Tal como estima el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se estima que entre 5.7 y 12.7 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos cada año. Los barcos de pesca son una fuente importante de esta contaminación, contribuyendo con hasta 20% del total.
Además de aportar en la limpieza y en la circularidad de los residuos marinos, Payote fomenta la compra local, objetivo fundamental de la Agenda 2030. “4 millones. Esta es la media de alpargatas vendidas en Francia cada año. De todo esto, solo 800.000 se fabrican en Francia… Esto sugiere que el 80% de las alpargatas compradas en Francia se fabrican en el extranjero”, alerta la marca sostenible en su web.
En un mundo donde la crisis climática y la contaminación amenazan nuestro futuro, Payote se alza como un faro de esperanza. Su innovadora propuesta demuestra que es posible crear productos de alta calidad, con un diseño atractivo y un impacto positivo en el planeta.
¿Consumes este tipo de alternativa sostenible?