Día Mundial del Aire Limpio: cuidar la atmósfera es cuidar la salud

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(Foto: Pexels/ Peter Fazekas)

Para la ONU, la contaminación del aire es la mayor amenaza ambiental para la salud pública a nivel planetario. Y un dato lo explica: causa aproximadamente 7 millones de muertes prematuras al año. Por eso, cada 7 de septiembre, desde 2019, se conmemora el Día Mundial del Aire Limpio por un cielo azul, para poner en agenda este problema que demuestra que cuidar la atmósfera es cuidar la salud humana.

“Juntos por un aire limpio” es el lema de 2023. Al tratarse de un problema transfronterizo, las soluciones también son internacionales. La ONU quiere remarcar la necesidad de “reforzar las alianzas, multiplicar las inversiones y compartir la responsabilidad para superar la contaminación del aire”. 

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Las consecuencias de una atmósfera contaminada son enfermedades: pueden provocar accidentes cerebrovasculares, afecciones cardíacas y pulmonares, y cáncer, entre otras. El 99% de las personas respira aire no seguro.

“Las diminutas e invisibles partículas de contaminación penetran profundamente en nuestros pulmones, en el torrente sanguíneo y en el cuerpo. Estos contaminantes son responsables de aproximadamente un tercio de las muertes por accidente cerebrovascular, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer de pulmón, así como de una cuarta parte de las muertes por infarto. El ozono troposférico, producido por la interacción de distintos contaminantes con la luz solar, es también una causa de asma y enfermedades respiratorias crónicas”, dijo la ONU. Además, la contaminación del aire también impacta negativamente en el clima porque acelera el calentamiento global.

Por un aire limpio: guía práctica para mitigar la contaminación

Si no hay cambios, la ONU asegura que el número de muertes causadas por la contaminación del aire podría aumentar más de un 50% para 2050. Por eso, lanzó una Guía práctica, para recomendarle a los Estados, ciudades, sector privado, escuelas y universidades, sociedad civil y hasta individuos, acciones y medidas de mitigación diferenciadas por sector. Especialmente a los gobiernos, les recomendó:

Como si hiciera falta convencer, la ONU detalló los impactos negativos que implica continuar contaminando el aire: perjudica la economía, la productividad laboral, el turismo y aumenta los costos de atención sanitaria, entre otros. “No podemos subestimar los beneficios que supondría invertir en el control de dicha contaminación y que existe también una justificación económica para actuar y disponemos de soluciones eficaces en función de los costos para hacer frente a la contaminación atmosférica”, concluyó.

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