Cada vez son más frecuentes las denuncias por maltrato animal en “granjas” o, mejor dicho, factorías de cerdo, en España. El Observatorio del Bienestar Animal (OBS, antes Equalia ONG) dio a conocer la última polémica: en sus palabras, la “granja del terror”.
La organización en defensa de los animales hizo una denuncia “por presuntos delitos de maltrato animal y publicidad engañosa” ocurridos en torno a una factoría de cerdos que es “propiedad del alcalde del municipio” Quintanilla del Coco, en la provincia de Burgos.
Los activistas difundieron imágenes sensibles que demuestran el deterioro de los animales. Además, criticaron que el establecimiento cuente con certificados de bienestar animal reconocidos oficialmente, informó el diario La Vanguardia.
Todos los videos y fotos compartidas por la OBS dan a conocer las condiciones de insalubridad en la que viven los cerdos. Este material fue tomado entre junio y septiembre de este año. “Es la primera vez que se hacen públicas imágenes en una explotación porcina que cuenta con la certificación de bienestar animal Welfair”, dijo Equalia ONG.
La explotación está formada por 5 naves con 5 000 cerdos aproximadamente, según la denuncia que afirman fue presentada a las 9:17 del lunes 27 de noviembre en el juzgado de primera instancia de Lerma, en Burgos.
La persona que filmó en la factoría contó que fue testigo de “una escena caníbal”: “Varios cerdos se estaban comiendo a otro cerdo que aún estaba vivo. Le mordían el codo de la pata derecha delantera, y este sangraba. Incluso el agua del bebedero estaba teñida de color rojo”.
Desde la OBS, detalló sobre su investigación que derivó en la denuncia: “El reportaje de investigación muestra cerdas reproductoras extremadamente delgadas, notándose su columna vertebral. Otras presentan graves prolapsos de útero y tumores en las mamas. La presencia permanente en jaulas les produce heridas con pus y gangrena por la fricción con los barrotes”.
Y agregó: “En las jaulas de cerdas parideras, un lechón tiembla, está enganchado en el suelo de rejilla. Se observan decenas de lechones agonizando, otros muertos, incluso en avanzado estado de descomposición y desmembrados. Algunos presentan tumores y heridas sangrantes. Un trabajador bebe cerveza y vierte parte de la misma sobre unos lechones. Los cerdos de engorde sufren inflamaciones en las patas que les impiden moverse, otros sufren de graves hernias. Un cerdo presenta una enorme hernia, de unos 7 kilos de peso en el abdomen. Se desplaza con mucha dificultad mientras arrastra la hernia”.
“Granja del terror”: ¿y la salud humana?
Es un escándalo que este lugar tenga una certificación “‘Welfair”, una certificación “independiente” que busca garantizar el bienestar de los animales destinados a consumo. Sin embargo, el Observatorio del Bienestar Animal indicó que “no es la primera vez que se exponen granjas certificadas por este sello”: “Las explotaciones avícolas relacionadas con un proveedor de supermercados Lidl y denunciadas en 2022 por Observatorio de Bienestar Animal perdieron su sello Welfair y una de ellas está siendo investigada judicialmente por presuntos delitos de maltrato animal y contra la salud pública”.
Si los cerdos viven en ese estado, que ya es penoso de por sí, la próxima pregunta es: ¿qué pasa con la salud humana que va a comer esos animales?
El lugar tiene una enorme falta de higiene: cerdos que conviven con otros individuos muertos, en descomposición, ratas y haces. Según la organización de protección animal, la situación presenta un riesgo zoonótico de transmisión de enfermedades a humanos como la salmonelosis o leptospirosis.
Los responsables y operarios de la granja fueron denunciados por el Observatorio de Bienestar Animal ante el juzgado de Lerma por presuntos delitos de maltrato animal con agravante de muerte, así como la modalidad de acción por omisión.
Julia Elizalde, mánager de campañas del Observatorio de Bienestar Animal, señala que esta “granja del terror es uno de los casos de maltrato animal más severos de los que hemos sido testigos hasta el momento”.
“El sufrimiento de los cerdos en esa explotación es extremo, muchos padecen una muerte lenta y dolorosa. Exigimos la actuación inmediata de las instituciones y empresas involucradas mediante el cierre de la granja. Es imprescindible atender al último eslabón de la cadena alimentaria, ya que esta granja suministra a un proveedor de supermercados Lidl. Por ello, hemos recogido 500 000 firmas demandando a Lidl, como primer supermercado en Europa, que ponga fin al escándalo animal que se está revelando de granjas relacionadas con su cadena de suministro”, cerró.