Haití es uno de los países más afectados por el cambio climático. Es “extremadamente vulnerable a los desastres naturales y a los graves efectos” del calentamiento global, explica la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS). Los huracanes, las inundaciones, las tormentas y los terremotos son fenómenos cada vez más frecuentes que causan daños generalizados y perjudican a los servicios esenciales, como el sistema de salud del país.
Menos de la mitad de los haitianos tiene acceso a la electricidad, y los que tienen, es de manera deficiente. Además, el elevado costo del combustible limita el uso de generadores, lo que dificulta el suministro de energía a las instalaciones de salud y para el abastecimiento de agua.
Por eso, el Banco Mundial y UNOPS, que presta servicios de infraestructura, adquisiciones y gestión de proyectos “para lograr un mundo sostenible”, colaboran con el gobierno de Haití para proporcionar a cinco hospitales energías renovables. Sería a través de sistemas híbridos de energía solar, para brindarles una fuente de energía limpia y confiable. En promedio, los hospitales podrán mantenerse en funcionamiento hasta 20 horas utilizando electricidad generada íntegramente por estos sistemas.
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“Los sistemas de energía solar desempeñan un rol fundamental en el funcionamiento de estos hospitales, ya que se está reduciendo significativamente la dependencia excesiva de combustible diésel para generar electricidad y así las actividades esenciales, como los servicios de urgencias, quirúrgicos y de maternidad, pueden proseguir sus actividades sin interrupciones”, destacó Directora de la oficina de UNOPS de ese país, Dabagai Dabagai.
Desde UNOPS, afirman que trabajaron estrechamente con el Ministerio de Salud y Población y el Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Telecomunicaciones de Haití para seleccionar los hospitales prioritarios en los que instalar los sistemas híbridos, “prestando especial atención a las comunidades vulnerables con necesidades críticas de servicios de salud”. Los cinco hospitales seleccionados prestan servicios de salud a más de 500 000 personas en todo el país.
El Coordinador del Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Telecomunicaciones, Nicolas Allien, dijo: “La falta de un suministro eléctrico confiable tiene graves consecuencias en la capacidad de los centros de salud para prestar una atención eficaz a la población. La electricidad es necesaria para el almacenamiento de vacunas y medicamentos, la iluminación de las instalaciones médicas, las pruebas de laboratorio y las radiografías, así como para el funcionamiento de respiradores esenciales para el tratamiento de enfermedades respiratorias, como la COVID-19″.
También, aseguran que están instalando cuatro bombas de agua que funcionan con energía solar, para suministrar agua potable y mejorar el saneamiento en las comunidades rurales. Con el fin de apoyar a las empresas locales, los sistemas solares y las bombas de agua se adquirieron íntegramente a proveedores haitianos. Estos se encargarán del mantenimiento periódico de los equipos.
Por último, Laurent Msellati, Gerente de la oficina del Banco Mundial para Haití, señaló: “Estas instalaciones constituyen una respuesta adecuada para hacer frente a los desafíos impuestos por distintas epidemias, como la de COVID-19 y la de cólera, así como para mejorar la atención a la población en general”.