Por primera vez en la historia, un papa irá a la Conferencia de las Partes por el Cambio Climático, mejor conocida como COP. El Papa Francisco anunció que estará presente en la COP28 que tendrá lugar en Dubai, en Emiratos Árabes Unidos. Dijo que acudirá del 1 al 3 de diciembre. Este nuevo encuentro para afrontar la crisis climática se llevará a cabo del 30 de noviembre hasta el 12 de diciembre.
Francisco lo adelantó ayer (en el Día de Todos los Santos, el Día Mundial de la Ecología y el Día Mundial del Veganismo) a la televisión estatal italiana RAI TG1. Será el primer pontífice en asistir a una de estas reuniones ambientales que comenzaron en 1995. “Todavía estamos a tiempo de detenerlo (al calentamiento global). Está en juego nuestro futuro, el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos. Se necesita un poco de responsabilidad”, dijo en la entrevista.
En octubre, Francisco se reunió con el presidente de la COP28, Sultan al-Jaber, quien elogió al pontífice por inspirar a las personas a actuar por el clima. El motivo del encuentro fue analizar el papel “crucial” de los líderes religiosos contra el cambio climático. El máximo dirigente de la COP28 es, asimismo, ministro de Industria y jefe de la compañía petrolera de Emiratos Árabes Unidos, ADNOC; por lo que su nombramiento fue muy criticado por activistas.
El compromiso del Papa Francisco con la acción climática
En 2015, el Papa Francisco publicó su encíclica “Laudato si” que alertaba sobre el cambio climático y alentaba la acción climática. Sin embargo, el mes pasado, decidió hacer una exhortación apostólica llamada “Laudate Deum” (Alaben a Dios), considerada una continuidad del otro texto, para insistir con el tema, ya que, según él, no tuvo la repercusión necesaria y los líderes mundiales no están a la altura de las circunstancias.
Con 86 años, el Papa hizo de la protección del ambiente, una de las características principales de su papado. Su participación en la XVIII Cumbre del Clima de la ONU será su 45º viaje al extranjero del sumo pontífice y el sexto de este año. En “Laudate Deum”, Francisco insistió: “Decir que no hay nada que esperar sería un acto suicida, porque implicaría exponer a toda la humanidad, especialmente a los más pobres, a los peores impactos del cambio climático”.