La hoja de ruta de las empresas tecnológicas para reducir las emisiones de CO2, tambalea y preocupa al mundo. Esto es por el elevado consumo energético que requiere la IA (inteligencia artificial) para procesar la infinita base de datos. ¿Qué dijo Google?, que sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) aumentaron un 48% en los últimos cinco años.
De esta manera, las dos grandes agendas del presente y el futuro se ven en una fuerte encrucijada: la maximización de la eficiencia y de las ganancias tecnológicas vs las aspiraciones de descarbonizar la economía de cara al 2030.
Las emisiones de GEI de Google se disparan
Tras presentar su informe medioambiental, Google admitió que la tecnología está poniendo en peligro a sus objetivos ambientales. Es que los centros de datos, materia prima de la IA, dispararon las emisiones de gases de efecto invernadero en un 48% desde 2019.
Por este motivo, desde el departamento de sostenibilidad de la mega-corporación hablaron de “incertidumbre significativa” en torno a alcanzar su objetivo de emisiones netas cero para 2030.
Entre los principales responsables del aumento de la huella de carbono, Google señaló al consumo de electricidad de los centros de datos y las emisiones de la cadena de suministro. A pesar de los esfuerzos por descarbonizar, y por ampliar la red de energía limpia en todas sus cadenas de operación, lo cierto es que solo el año pasado, sus emisiones incrementaron un 13% en comparación con el año anterior, alcanzando los 14,3 millones de toneladas métricas.
IA dispara emisiones de grandes tecnológicas
— DW Español (@dw_espanol) May 17, 2024
La energía destinada a la #IA eleva significativamente la huella de carbono de las tecnológicas que apuestan por esta tecnología. Las emisiones de #Microsoft aumentaron un tercio en 4 años, arriesgando sus objetivos climáticos. /ab pic.twitter.com/vXpGHZsnWg
ChatGPT también teme por la amenaza de la IA a sus objetivos climáticos
Por su lado, Green Moonshot, la gran apuesta de Microsoft, el mayor partner financiero para la expansión y desarrollo de ChatGPT, también genera preocupación a la compañía por el gran impacto que tendrá la construcción de este polígono industrial del oeste de Londres para promover la IA con base en energía renovable.
“La construcción de los centros de datos y los servidores que los albergan implica que las emisiones de alcance 3 de la empresa (como el CO2 relacionado con los materiales de sus edificios y la electricidad que consumen las personas cuando utilizan productos como Xbox) son más de un 30% superiores a su nivel de 2020. Como resultado, la empresa está superando su objetivo general de emisiones aproximadamente en la misma proporción”, refleja The Guardian en su artículo titulado: ¿Podrá el clima sobrevivir a las insaciables demandas energéticas de la carrera armamentista de la IA? y producido por Dan Milmo, Alex Hern y Jillian Ambrose.
¿Cuántas emisiones generará la IA de cara a 2026?
“Los data centers (centros de datos) son uno de los tipos de edificios que consumen más energía: hasta 50 veces más por superficie que un típico edificio de oficinas comerciales“, señala el sitio Data Center Dynamics. A nivel mundial, dice la Agencia Internacional de la Energía, se estima que consumen entre aproximadamente 90 mil millones de kWh al año, lo que representa entre el 1% y el 3% del consumo de electricidad mundial.
“El consumo total de electricidad de los centros de datos podría duplicarse desde los niveles de 2022 hasta 1.000 TWh (teravatios hora) en 2026, el equivalente a la demanda energética de Japón”, refleja The Guardian en el artículo anteriormente citado. Además, la firma de investigación SemiAnalysis calcula que la IA hará que los centros de datos utilicen el 4,5% de la generación de energía global para 2030.