La deforestación en Colombia alcanzó las 107.000 hectáreas en 2024, un incremento del 35% respecto a 2023, cuando se registraron 79.256 hectáreas arrasadas, según informó la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad. La Amazonía fue la región más afectada, concentrando más del 60% del total.
«En 2024 tenemos un aumento a 107.000 hectáreas y, ese aumento, obviamente, no es una buena noticia», declaró la ministra en rueda de prensa. No obstante, destacó que entre 2022 y 2024 el país logró una reducción acumulada del 40%, evitando la deforestación de más de 212.000 hectáreas y preservando más de 118 millones de árboles. Además, resaltó que, pese al aumento en 2024, el índice de deforestación sigue siendo el segundo más bajo de los últimos 24 años.
El año con mayor deforestación en Colombia sigue siendo 2017, cuando se perdieron 219.000 hectáreas de bosques. Entre las principales causas de la destrucción forestal en el país destacan la minería ilegal y la ganadería extensiva, actividades que han degradado vastas áreas naturales.
La Amazonía es la zona más afectada por la deforestación
La Amazonía colombiana, considerada el «pulmón del mundo», fue la región más afectada por la deforestación. En 2023, se reportaron 44.274 hectáreas destruidas en esta región, mientras que en 2024 la cifra ascendió a 68.000 hectáreas, un incremento de 23.726 hectáreas. Muhamad señaló que este aumento refleja los desafíos de protección en esta área estratégica, a la vez que reafirma el compromiso del Gobierno en fortalecer las medidas de conservación.
Un hecho alarmante es que la mayor parte de la deforestación en la Amazonía en 2024 ocurrió en parques nacionales naturales. En 2023, según la ministra, la deforestación en estas zonas protegidas fue nula, lo que marca un cambio drástico en la situación ambiental del país. De los 28 núcleos de deforestación identificados en Colombia, 22 están en la Amazonía. Las zonas más afectadas incluyen Solano (Caquetá), Yaguara II (Llanos del Yarí), Cuemaní (Cartagena del Chairá), La Macarena (Meta) y Tinigua (Meta), que representaron el 60% de la deforestación nacional.
Muhamad también advirtió sobre la acción de «acaparadores de tierras», quienes estarían llevando a cabo grandes operaciones de deforestación en diversas zonas del país. Estas actividades ilegales no solo amenazan los ecosistemas, sino que también ponen en riesgo las comunidades indígenas que habitan en estas regiones. En lugares como Mapiripán (Meta), se ha identificado un aumento en los cultivos de palma de aceite y hoja de coca como causas principales de la deforestación.
Pese al aumento de la deforestación en 2024, Muhamad insistió en la importancia de las políticas de protección ambiental y reafirmó el compromiso del Gobierno para reforzar medidas que reduzcan la pérdida de bosques. Entre las estrategias que se han implementado en los últimos años destacan programas de reforestación, vigilancia ambiental y mayor regulación sobre la expansión de la ganadería en zonas vulnerables. Asimismo, enfatizó el papel del programa de acuerdos de conservación Conservar Paga, al que se le han destinado 151 millones de dólares.
La renuncia de Susana Muhamad
La salida de Susana Muhamad del cargo de ministra de Ambiente el próximo 3 de marzo deja un panorama incierto sobre el futuro de las políticas ambientales en Colombia. Organizaciones ambientalistas han instado al Gobierno a fortalecer la lucha contra la deforestación y garantizar la protección de los ecosistemas estratégicos del país.
Con la Amazonía en el centro de la crisis y una tendencia alarmante de pérdida de bosques, el país enfrenta el reto de frenar el avance de la deforestación y proteger su biodiversidad en un contexto de crecientes desafíos ambientales y económicos.