En estos días, se hizo viral un video que mostraba a cientos de personas adentrándose al mar para refrescarse del intenso calor, en Brasil. La extrema ola de calor en ese país, en plena primavera, se dio por el fenómeno de El Niño, sumado a los efectos del cambio climático. Ya lo advirtieron desde la Organización Meteorológica Mundial (OMM): “Las olas de calor se están haciendo más comunes a causa del cambio climático”. Sin embargo, estos fenómenos afectan con más intensidad a las personas más vulnerabilizadas.
Altas temperaturas, una disminución de las lluvias en el centro y norte del país, y precipitaciones torrenciales al sur, así se encontraba Brasil el fin de semana. La ciudad de Sao Paulo, por ejemplo, tuvo su invierno más caliente desde 1961 según registros del Instituto Nacional de Meteorología.
La temperatura el domingo alcanzó los 40,9 °C en Río de Janeiro, donde los habitantes de las favelas relataron su sufrimiento a reporteros de la agencia de noticias Reuters. José Martins de Oliveira, residente de favela Rocinha, comentó: “Hace 10 o 20 años era otro clima, era mucho más favorable, mucho menos calor. Y eso, como dije antes, es fruto del maltrato a la naturaleza. Mientras que los seres humanos no respetemos la naturaleza, ella tampoco nos darás una oportunidad.”
En la comunidad de Parque Esperanza, al oeste de la ciudad, los vecinos acudieron a la piscina del barrio para combatir el calor. Maria Beatriz Gomes, también residente de favela Rocinha, dijo: “El habitante de la favela es mucho más afectado en todos los aspectos, especialmente con la situación climática porque aquí no tenemos control de energía, no tenemos control sobre este calor absurdo, entonces tenemos muchos cortes debido a esto, porque tenemos muchas casas”.