La pesca de arrastre, tal como se proclama, lo arrastra todo. Se trata del método más utilizado en todo el mundo y, además de los peces, captura otras especies marinas que muchas veces terminan muertas.
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La pesca de arrastre es una de las más destructivas para los océanos. Este método consiste en arrastrar enormes redes por el fondo marino, destruyendo todo a su paso.
Cada año mueren más de 300.000 ballenas y delfines
Cada año, más de 300.000 cetáceos mueren por captura incidental en todo el mundo, atrapados en redes mientras se pescan otras especies. Pero además de capturar ballenas y otros animales de manera accidental, esta actividad arruina hábitats enteros, afectando a la biodiversidad marina. Su impacto es tan devastador que muchas zonas tardan décadas en recuperarse.
Dichos animales son esenciales para la salud de los océanos y están en grave peligro. Un caso extremo fue la extinción del delfín del río Yangtze, resultado directo de la pesca accidental.
Pesca incidental en Perú y Argentina, en cifras
En las costas de Perú, unas 20.000 ballenas y delfines mueren cada año debido a las pesquerías, afectando especies como la marsopa espinosa y el delfín oscuro. Argentina enfrenta una situación similar con las ballenas francas australes, que han mostrado un aumento en heridas por enmalles en redes de pesca.
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Si bien el número exacto de capturas incidentales de ballenas en Argentina no figura en las estadísticas oficiales, el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) ha denunciado que el porcentaje de ballenas francas australes heridas ha aumentado en las últimas décadas.
A pesar de las leyes que exigen protección, los esfuerzos de rescate siguen siendo insuficientes, como se vio en septiembre con una ballena franca austral que quedó atrapada en redes de pesca.