Hola a todos los lectores de EcoNews, soy Sandra Morales de Cabaña La Bronco Kurupy en Lago La Plata, Chubut, donde vivo con mi marido hace casi 10 años en una cabaña que construimos con nuestras manos. ¡y les quería contar que escribí mi primer libro!
Se titula Se nos Chifló el Moño. La elaboración del mismo en principio no fue difícil. Todo comenzó con un diario en el cual registraba lo que pasaba cada día: lo que comíamos, si pasaban turistas, lanchas, huemules, zorros, si pescaba, si juntaba leña, si lavaba ropa. Así, cuando quisiera recordar cuándo pasó algo, tenía a dónde acudir, porque soy un poco olvidadiza. Eran mis Bitácoras de Cabaña físicas, ya que así se llaman mis redes, canal de YouTube e instagram donde voy compartiendo nuestra vida.
El tema fue que cuando decidí convertirlo en libro hubo que pulir muchas cosas: comentarios, nombres propios, reiteraciones de hechos cotidianos, expresiones de situaciones complicadas, corregir los tiempos verbales ya que todo había sido redactado en presente en mi diario. Luego la elección de fotos para ilustrar a quien no conoce nada del lugar; todo eso llevó casi un año. Sumando el tiempo que me llevó conseguir una editorial.
Mi pobre editora se quería morir, ya que ella trabaja todo el día consumiendo su vista frente a una pc, viaja 2 horas de ida y dos de vuelta en el amontonamiento del transporte público y luego de todo lo cual, se conectaba en remoto conmigo e íbamos viendo parte por parte del libro y discutiendo, a veces acaloradamente.
No es nada fácil hacer un libro, eso me quedó claro. El lector se sienta, lee y o disfruta o se entretiene o descarta un libro, pero hubo mucha elaboración atrás para escoger los términos y las frases significativas que pudieran dar una idea de mis sentimientos y emociones en cada capítulo. Si lo logré o no, ya veré por los comentarios y recomendaciones a medida que pase el tiempo.
Lo que me motivó no fue hacerme famosa sino contar mi verdad, a raíz de lo que veía que publicaba el Municipio y los comentarios de sus aplaudidores que quieren sacarnos de nuestra cabaña, quienes nos han hecho dos juicios: uno penal en el que fuimos absueltos y ahora siguen impulsando uno civil. Además, al haber visto cómo actuó la GEOP durante el penal, creyendo que Rudy estaba solo, tirándolo al piso y casi matándolo, y luego torturándolo, no quería que seamos una historia que se pierde en la inmensidad de la Patagonia intencionalmente despoblada sino que quería dejar una autobiografía donde constara cada situación vivida.
*Repasá la historia de Sandra y su marido: Sin lugar para los sueños: cómo nos convertimos en jubilados a punto de ser desalojados en Lago La Plata
Si actuamos bien o mal, cada cual es libre de opinar y además, el hombre juzga por leyes que inventa según sus conveniencias del momento. Dios creó la tierra para que el hombre viva, se reproduzca, se sirva de la naturaleza para su supervivencia, y le dio un cerebro con posibilidades de desarrollar habilidades para el mantenimiento de su existencia. Y viviendo en nuestra cabaña, !la pucha que hemos tenido que ingeniárnoslas para sobrevivir!
Así nació “Se nos chifló el moño”. Y el título no se debe a que nosotros creamos que estamos chiflados, sino porque para nuestras amistades dejar la ciudad para venirnos a aislarnos, lejos de todo, con muy mal acceso, donde no hay nadie ni nada, donde la ropa y el calzado no duran, y debemos trabajar todos los días para poder vivir aun siendo jubilados, a ellos no les cierra. Pero de qué te sirve tener todo cerca, el médico al alcance, la poca plata ahorrada, si cuando te llega el momento eso no te soluciona nada.
Lo agradable de nuestra vida acá en el lago La Plata no es la seguridad económica. Claro que debe ser lindo que se rompa algo y no afligirte por cómo lo vas a arreglar o reponer. Pero ya invertimos todos los ahorros en nuestra cabaña y vivimos solo con mi jubilación Lo lindo es vivir tranquilos, en la naturaleza, con mucho paisaje alrededor, agua potable, la posibilidad de cultivar las verduras que consumimos, menos frutales porque no da el clima.

No pretendemos ser modelo de nadie. Pero vemos que en las ciudades la gente está muy estresada, por la inseguridad de llegar vivo al trabajo o a la propia casa, o que se te metan en la casa, hay muchas inundaciones, cortes de luz, peleas… Acá luz no tenemos si no prendemos el generador, que el pobre está palmando y no conseguimos importar una hidroturbina de 5 KW para tener luz continua aprovechando un arroyo cercano. Pero bueno, seguimos. A las vacas las sacaron de la zona y a los huemules también…
Los gobiernos deberían ocuparse del ordenamiento territorial y brindar la posibilidad a quienes no quieren vivir amontonados en las ciudades, de poder optar por esta opción de vida, ejerciendo soberanía en nuestro territorio argentino y mas en la zonas limítrofes. Pero parece que la tendencia es despoblar y amontonarnos incómodamente en ciudades explotadas, que ya no dan más y ni cuidan.
Una vez Rudy llevó a un gaucho que le hizo dedo por la ruta, quien le contó que vivía en el campo y tenía sus vaquitas y relación con otros gauchos de su alrededor. Hasta que vino alguien que dijo que ahora era el dueño y le dieron una casita con luz, agua, gas, cerca del hospital hacinado en el pueblo, lo cual con el tiempo no le generó mayor alegría de vivir. Bueno, nosotros ya experimentamos tener todo cerca, para nuestra adultez queremos lo contrario, y con ello no molestamos a nadie.
¡Para saber más sobre nuestra historia, pueden adquirir mi libro! ¡Gracias por compartir esta lectura!
*Conseguí el libro acá













